Ayer, un toro, murió ahogado durante la tercera jornada de los festejos de Bous a la mar de la localidad alicantina de Dénia, España. El hecho que causó indignación en las redes sociales ocurrió a horas del mediodía en el evento donde celebran a la patrona de la ciudad, la Santíssima Sang y es considerada una Fiesta de Interés Turístico Nacional.
El festejo popular taurino tiene lugar en una plaza abierta al mar situada en el puerto o las playas de la localidad donde se celebra. Es distinto a los festejos en los que los toros corren por las calles de los municipios. En esta modalidad los corredores utilizan el mar para zafarse de las cornadas de las bestias y al mismo tiempo para lograr que los toros caigan al agua.
Durante el evento, un toro, en un intento de embestir a los presentes en la plaza, cayó al agua, algo que es común en esta clase de festejos; sin embargo, murió ahogado pese a los intentos de los voluntarios que, a bordo de una barca, tratan de evitar que ocurran este tipo de desenlaces, intentando que los toros no mueran.
La situación desató una ola de críticas en las redes sociales: “Dónde empieza el abuso y dónde terminan las costumbres? Difícil”, “Un evento estúpido para gente estúpida.”, “Salvajes de m...”, “Esas no son costumbres, sino abuso”, “Qué asco”, “Malditas bestias (y no me refiero a los toros)”, ”No se puede creer en nivel de crueldad en nombre de la ‘tradición’”, fueron algunos de los comentarios que surgieron ante la noticia.
El concejal de Fiestas, Raúl García de la Reina, confirmó que las celebraciones se reanudarán con completa normalidad a pesar de la muerte del toro. Aun así, aclaró que se tomarán “precauciones” por si surge alguna protesta de los antitaurinos.