En el año 2014, Jody Simpson y su novio Anthony Smith cometieron un delito horroroso contra su propio hijo. Al niño lo torturaron hasta provocarle graves heridas su cuerpo que casi terminan con su vida. El pequeño logró sobrevivir a la lucha contra las fuertes golpizas que le dejaron ligamentos desgarrados y de dedos rotos. Actualmente tiene 8 años y vive felizmente con su familia adoptiva, pero este pequeño tuvo que pasar duras pruebas con tan solo 41 días de nacido. El hecho tuvo lugar en Whitstable es una villa costera del distrito de Canterbury, en el condado de Kent, Reino Unido.
Al pequeño le tuvieron que amputar sus piernitas, las cuales habían quedado gravemente lastimadas por el maltrato que recibía por parte de sus padres biológicos y también tuvo que pasar todo un año en cuidados intensivos para poder recuperarse por completo. Este fue el precio que tuvo que pagar con tan solo unos pocos días de vida.
A pesar de la gravedad del delito, los padres biológicos no recibieron la sentencia que merecían. Recién en junio del 2022 se implementó una ley para que los menores de 16 años que sufriesen un maltrato de este tipo, se les otorgara a los culpables la cadena perpetua y no solo una pena máxima de 10 o 14 años.
Aun así, y debido a que Jody Simpson negó haber sido parte de los maltratos hacia su propio hijo, solo recibió la mitad de su sentencia para completar la otra parte en libertad condicional. Este proceso se concluyó de esta forma debido a que el Tribunal de Apelaciones alegó que ella debía ser liberada desde agosto del año pasado.
Este proceso se detuvo y se prolongó gracias a que el secretario de Justicia, Dominic Raab, intervino inmediatamente para bloquearlo y retrasar la liberación de Jody Simpson. Sin embargo ya no hubo más elementos que perjudicaran legalmente a la madre biológica y hoy finalmente quedó en libertad condicional.
Por otra parte, el padre biológico del niño, Anthony Smith, un hombre adicto a la heroína, fue disculpado por no tener ningún tipo de historial violento. Al igual que su pareja, se le dictó la libertad y a ninguno de los dos se le otorgó la pena máxima. Ante esta injusticia, los tutores adoptivos del menor, Paula y Mark Hudgell, junto con el parlamentario Tom Tugendhat comenzaron una campaña para presionar al sistema judicial e impedir que el caso de violencia no se visibilizara.
Crearon una ley y una fundación
Cabe destacar que gracias al esfuerzo de los padres adoptivos, se creó la “Ley Tony”, la cual expresa que los castigos máximos aumentarán para una variedad de delitos de crueldad infantil. Específicamente, cualquier persona que provoque la muerte de un niño o adulto en situación vulnerable y que además esté a su cargo, enfrente la cadena perpetua.
Antes, los acusados solo recibían un máximo de 10 a 14 años y podían burlar al sistema judicial, tal como lo hizo Jody Simpson al pasar un corto periodo en la cárcel y meter una apelación al tribunal. Igualmente, la familia se propuso formar una fundación para proteger a los demás menores que, desgraciadamente, han sufrido maltrato infantil.
La fundación lleva un año y han logrado recaudar un millón 831 mil 349 libras esterlinas, que son 41 millones 853 mil 375.34 pesos mexicanos. Una de las últimas campañas fue para darles regalos navideños a pequeños maltratados o situaciones de vulnerabilidad.
