Un equipo de arqueólogos que trabajaba en un antiguo fuerte en el noroeste de Egipto hizo un descubrimiento extraordinario: desenterraron una espada de bronce en excelente estado, perteneciente a Ramsés II. Lo sorprendente es que, a pesar de tener más de 3.000 años de antigüedad, la espada aún brilla y lleva tallado en jeroglíficos el nombre del famoso faraón.
Según los expertos, lo que más asombró fue que el arma se encontraba dentro de los restos de un cuartel militar, y no dentro de una tumba -como suele suceder-. “El hecho de que un objeto lleve los cartuchos de Ramsés II me sugiere que perteneció a alguien de rango relativamente alto”, indicó Elizabeth Frood, egiptóloga de la Universidad de Oxford.
La espada encontrada es considerada un hallazgo excepcional debido a su estado de conservación y la importancia histórica de Ramsés II, quien gobernó entre 1279 a. C. y 1213 a. C., uno de los períodos de mayor esplendor del antiguo Egipto.
Historia sobre el fuerte que almacenaba la espada
El fuerte donde fue encontrada la espada estaba ubicado a unos 90 kilómetros al sur de Alejandría, y era utilizado para guardar armas y alimentos. Además, era considerado un punto estratégico, donde los soldados podían defender las fronteras del imperio egipcio contra los ataques de los pueblos del mar y las tribus libias.
Aunque no se precisó la edad exacta de la fortaleza, se estima que fue construida durante el reinado de Ramsés II, uno de los períodos más prósperos de la historia de Egipto, conocido por su estabilidad política y económica.
Además de la espada, los arqueólogos hallaron otros artefactos como armas, herramientas de caza, collares y objetos de uso personal pertenecientes a los soldados, que brindan detalles valiosos sobre la vida diaria en este tipo de instalaciones militares. Los arqueólogos también descubrieron collares hechos con cuentas de cornalina y fayenza (tipos de piedras semipreciosas utilizadas por los antiguos egipcios), así como medio anillo de bronce.