Una mujer canadiense fue acusada formalmente el martes de haber enviado una carta envenenada al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una audiencia en un tribunal estadounidense, informó la prensa internacional.
Se trata de Pascale Ferrier, de 53 años, quien vive en Quebec y fue llevada a comparecer ante un juez federal estadounidense en Buffalo, en el estado Nueva York, cerca de la frontera con Canadá. La mujer prestó declaración ante un defensor de oficio al que ella designó para que la represente en el proceso y ante un intérprete de idiomas francés e inglés, según la agencia de noticias AFP.
La acusación sostiene que Ferrier fue quien envió a Trump una carta que llegó el viernes pasado a la Casa Blanca y contenía ricina, un veneno potencialmente mortal derivado de semillas de ricino.
Según la investigación fiscal, la nota destinada a Trump decía: “Encontré para usted un nuevo nombre, “el payaso feo y tiránico”. Espero que le guste. Usted va a arruinar a Estados Unidos y a llevarlo al desastre.”
“Ríndase, no se postule a estas elecciones”, exhortó Ferrier, y escribió que la misiva incluía “un regalo especial” -en alusión al veneno- para “ayudarlo” a desistir de la reelección.
“Si eso no funciona, encontraré una receta mejor para otro veneno o usaré mi arma cuando pueda ir”, agregó, y firmó “Free Rebel Spirit” (Espíritu rebelde libre).
La fiscalía aseguró que encontró un mensaje similar y la misma firma en otras seis cartas enviadas a Texas a mediados de este mes a personas que trabajan en los centros donde Ferrier estuvo detenida en 2019 tras ser arrestada por posesión ilegal de armas de fuego.
La imputada, que fue arrestada el domingo, solicitó una audiencia especial, que fue fijada para el lunes próximo, en la que los fiscales estadounidenses deberán acreditar su identidad para poder continuar el proceso.
Mientras tanto, permanecerá encarcelada en territorio estadounidense pues los fiscales y el juez consideraron que presenta “un alto riesgo de fuga”.