Sudáfrica está atravesando una grave crisis social. Una ola de protestas, saqueos y disturbios luego del encarcelamiento de Jacob Zuma generó decenas de muertos y miles de heridos en el país. En este contexto, una mujer tuvo que arrojar a su hija de dos años desde un edificio que se prendía fuego en la ciudad de Durban.
En el clip que se volvió viral en redes sociales, se logra observar a la mujer que se encuentra en un departamento del segundo piso del edificio lanzando a su hija hacia un grupo de personas que prendieron fuego ciertos comercios, a lo que el humo finalmente se trasladó al resto de la estructura.
En este sentido, la madre se vio forzada a arrojar a la menor luego de que quedara atrapada entre las llamas. Los protestantes lograron luego atraparla, quien además no resultó lesionada.
La madre, Naledi Manyoni, de 26 años, relató a Reuters que se encontraban en el piso 16 mientras el lugar se incendiaba. Al darse cuenta del fuego, Manyoni bajó corriendo las escaleras junto con su bebé, pero solo logró llegar hacia una terraza sobre la calle, desde donde pidió ayuda a los transeúntes.
“Después de lanzarla me agarré la cabeza en estado de ‘shock’, pero la atraparon”, recordó Manyoni -y agregó- “Ella seguía diciendo: ‘Mamá, me lanzaste’. Ella estaba asustada”.
Dichas personas además buscaron escaleras para sacar al resto de los ciudadanos que estaban atrapadas en el edificio, dado que los bomberos tardaron unos 20 minutos en llegar.
Los incidentes violentos continuaban este miércoles en algunos puntos de Sudáfrica a pesar de las intervenciones de la Policía y del Ejército, que intentan ahora frenar el crimen organizado para estabilizar la situación y hallar a los responsables iniciales de instigar esta oleada de disturbios. En este sentido, de acuerdo al último balance oficial difundido anoche por la Policía, el total de víctimas mortales desde el viernes pasados asciende a 72, mientras que los detenidos superan los 1.200.
Adicionalmente, más de 1.750 personas fueron arrestadas en relación con saqueos, incendios y otras formas de violencia. Cientos de negocios se han visto afectados por los disturbios, mientras que los suministros de alimentos y combustible se están agotando. Previamente, el Ejército fue desplegado en las zonas de mayor convulsión para ayudar a la Policía a controlar la protesta.