En las primeras seis semanas de la investigación de la Iglesia católica española sobre abusos sexuales a manos de los mismos clérigos, solo se han presentado 50 víctimas. Así lo informó este miércoles 6 de abril Javier Cremades García, presidente de la Asociación Mundial de Juristas y quien lidera la investigación interna solicitada por la Conferencia Episcopal Española (CEE).
En una investigación similar en Portugal, se recogieron 214 testimonios durante el primer mes. La cifra también queda muy por debajo de la lista de más de 1.200 presuntas víctimas que recogió el diario El País de España y las 506 denuncias ya reconocidas por la iglesia Católica en el país ibérico.
La CEE dijo que el objetivo de la investigación es obtener una imagen clara del abuso que ocurrió a puerta cerrada por parte de algunos integrantes de la iglesia. Cremades, durante una conferencia de prensa en Madrid, dijo que también establecerá criterios que van más allá del aspecto delictivo de la pedofilia. ”Todavía no es posible dar claridad sobre quién, dónde, qué y cuántos… pero espero que dentro de 11 meses podamos decir más”, agregó el abogado.
También anunció un equipo de 28 expertos nacionales e internacionales que ayudarán en la investigación. ”Comenzamos 20 años después de EEUU, 12 después de Alemania y casi cinco años después de Francia, por lo que tenemos mucha experiencia pasada para aprovechar. Pero el modelo español será diferente”, aseguró Cremades García. Esta es la primera gran investigación que la iglesia católica abre en España en torno a los abusos sexuales cometidos por algunos de sus clérigos.
La investigación se anunció pocas semanas antes de que el Parlamento español aprobara la primera investigación pública del país sobre el mismo asunto. El abogado agregó que las víctimas que se han presentado hasta ahora han estado “agradecidas” de ser escuchadas y dijo que la investigación ya está actuando para sanar a la comunidad. Sin embargo, el grupo de víctimas Infancia Robada ha criticado la investigación de la Iglesia e insiste en que la CEE debería colaborar plenamente con la investigación dirigida por el Estado español.
