En un estremecedor caso de violencia familiar, una mujer de 46 años fue arrestada en Brasil bajo la acusación de haber intentado asesinar a su hijastra de 11 años. El incidente, ocurrido en abril del año pasado, se desencadenó por la pérdida de una simple goma de borrar en la escuela, lo que desató la ira de la acusada, Karla Wiest de São Pedro. La mujer, detenida ahora, se encontraba prófuga desde entonces.
Según informes de la policía, Karla, en un ataque de furia, golpeó violentamente a la niña antes de empaparla en alcohol y arrastrarla hacia una estufa encendida. El fuego se propagó rápidamente por la ropa de la menor, causando graves quemaduras. Tras el horroroso acto, Karla llevó a la niña al baño, donde intentó apagar las llamas con agua, y luego la amenazó de muerte para que culpara a un vecino de seis años que había presenciado la escena.
La menor fue hospitalizada durante meses debido a la gravedad de sus heridas, pero afortunadamente sobrevivió. El jefe de la policía, Edézio Ramos, que lidera la investigación, subrayó la crueldad del acto, calificando a Karla como una delincuente que buscó infligir un dolor excesivo a su hijastra.
El caso de la pequeña no es un hecho aislado en Brasil, un país que enfrenta una grave crisis de violencia contra menores. Según un informe reciente, en los primeros tres meses de 2024 se registraron más de 66.000 casos de violencia contra niños y adolescentes en todo el país, lo que representa un aumento del 26,8% respecto al año anterior. La mayoría de estos actos de violencia se cometen dentro del hogar, muchas veces a manos de familiares cercanos.
Karla Wiest, quien se encontraba prófuga desde el año pasado, fue finalmente detenida en Deodoro, una zona del oeste de Río de Janeiro, donde intentaba escapar de la justicia.
