La Fiscalía de Los Ángeles solicitó la reapertura del caso de Lyle y Erik Menéndez, quienes fueron condenados en 1996 a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez.
La decisión surge tras la aparición de nuevas pruebas que sugieren que los hermanos habrían sido víctimas de abuso sexual por parte de su padre, un hecho que podría haber influido en los motivos detrás de los crímenes.
El caso, que ya había captado la atención mundial, volvió a viralizarse tras el estreno de la serie “Monsters” en Netflix, que relata la historia de los hermanos Menéndez y se convirtió en un éxito global. A esto se suma la docuserie “Menéndez + Menudo: Boys Betrayed”, emitida en 2023 en Peacock, donde Roy Rosselló, exintegrante del grupo juvenil Menudo, acusó a José Menéndez de haberlo drogado y violado durante su adolescencia. La revelación de nuevos testimonios y detalles sobre los presuntos abusos motivaron la solicitud de la Fiscalía para revisar el caso.
El fiscal George Gascón expresó que, tras “una revisión muy cuidadosa de todos los argumentos que se presentaron a favor de las personas de ambos lados de esta ecuación, llegué a la conclusión de que están dentro de la ley y que una nueva sentencia es apropiada”.
Un factor clave en la reconsideración del caso es el comportamiento y el compromiso con la rehabilitación que los hermanos Menéndez han demostrado en los 34 años que llevan en prisión, donde se han dedicado a ayudar a otros reclusos. “Aunque sabían que nunca saldrían libres, ellos optaron por un camino diferente: la vida de la redención y la rehabilitación”, explicó el fiscal.
“Creemos que los hermanos Menéndez se han rehabilitado y pueden reinsertarse en la comunidad sin ser un peligro para nosotros”, dijo Gascón en una rueda de prensa el pasado 24 de octubre.
LAS NUEVAS PRUEBAS CONTRA LOS MENÉNDEZ
Aparecieron nuevos testimonios y pruebas que no fueron tenidos en cuenta durante el juicio que condenó a los hermanos a cadena perpetua. Se trata de una carta escrita por Erik Menéndez, en la que describe los abusos sexuales sufridos por parte de su padre y el testimonio de Roy Rosselló, quien afirmó que fue drogado y violado por José Menéndez en los años 80.