Pese a los intentos de los países mediadores y de las FDI, el grupo terrorista Hamás no sólo no cumplió con los acuerdos, sino que se cobró con la vida de 3 civiles más durante la mañana de ayer, jueves, en el atentado con armas de fuego ejecutado en la parada de colectivos a la entrada de Jerusalén, donde las personas esperaban temprano en la mañana para ir a trabajar.
No conformes con esto, que ocurrió apenas una hora después de la confirmación de la extensión de la tregua y que significó una burla atroz y otro crimen más contra la población indefensa, por la tarde-noche comenzaron a sonar las sirenas antiaéreas al sur de Israel.
Primero, un misil lanzado desde el Líbano, donde Hezbolá usa de escudo a su propia población, fue interceptado por el sistema de defensa israelí. Horas más tarde, otro misil fue lanzado desde Gaza, rompiendo definitivamente la tregua que se había extendido para liberar a la mayor cantidad de rehenes posible. No hubo daños gracias al sistema Cúpula de Hierro que protege la ciudad.
Sumado a esto, Hamás continúa reforzando la guerra psicológica por todos los frentes: por un lado, mediante la propaganda montada en cada liberación, en la que los rehenes israelíes están obligados a saludar, sonreír y hasta abrazar a sus captores para que las cámaras los graben, a la vez que multitudes cada vez más agresivas se agolpan alrededor de cada liberación para gritarles, insultarlos y maldecirlos, siempre terminando con “¡Allahu Akbar!”, el grito de “guerra” que lanzan los terroristas antes de cada ataque suicida.
Por otro lado, la difusión del video del padre de la familia Bibas, secuestrada durante la masacre del 7 de octubre, forma parte del terrorismo emocional que caracteriza a estas agrupaciones. No conformes con las miles de grabaciones que realizaron de los asesinatos, de las violaciones, de las mutilaciones y el brutal placer que se evidencia en los ejecutores a la hora de la carnicería que llevaron a cabo contra la población civil israelí, a los rehenes los utilizan para culpar al ejército de Israel por la muerte de los secuestrados.
Ya había ocurrido con algunos videos difundidos de mujeres que luego fueron liberadas y que hablaban “bien” de sus captores. Una de las mujeres del video ya volvió a su hogar, pero 4 miembros de su familia continúan en manos de los terroristas, por lo que la mujer continúa reprimiendo lo que padeció durante el cautiverio según se puede apreciar en los videos de su liberación y en los posteriores análisis médicos realizados.
Se esperan novedades durante esta jornada de viernes, mientras las FDI continúan difundiendo información para evacuar a la población civil de Gaza hacia el sur de la Franja.