Dos fuertes explosiones resonaron el viernes de madrugada en el centro de Kiev, en el segundo día de la invasión rusa de Ucrania, constató una periodista de AFP.
“Los ataques contra Kiev con misiles de crucero o balísticos se reanudaron. He escuchado dos fuertes explosiones”, afirmó por su parte el viceministro ucraniano de Interior, Anton Herashchenko, en su cuenta de Telegram.
“Toda la evidencia sugiere que Rusia tiene la intención de rodear y amenazar a Kiev”, dijo el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, en una reunión de la OSCE, la organización para la seguridad y cooperación de Europa.
Ante este panorama, muchos buscan abandonar la ciudad capital en busca de refugio en el oeste del país, lo que generó embotellamientos de kilómetros. “No pudimos irnos. Había un embotellamiento terrible. Vimos personas caminando desde Kiev a lo largo de la autopista con niños, animales y maletas”, dijo a la agencia Xinhua Iryna, una joven de 28 años.
Por su parte, Clarín detalló que durante todo el día se vieron personas aterrorizadas haciendo fila durante horas para conseguir combustible, alimentos y medicamentos.
La invasión de Rusia por tres frentes
El asalto terrestre se desarrolló en tres direcciones principales: La primera vino desde el norte, los tanques rusos partieron desde Bielorrusia y abrieron camino hacia Kiev, tomando el control de la central nuclear eléctrica de Chernobyl y avanzando para conquistar el puerto Antonov de Hostomel, a unos 10 kilómetros de la capital.
En el frente oriental, los rusos avanzaron hacia Jarkiv, con tanques entrando cerca de Sumy, donde se reportaron los combates más violentos.
En este frente también avanzan las milicias separatistas de Lugansk que conquistaron Shchastia y Stanytsia Luhanska, mucho más allá de la línea de contacto.
Por el sur, las milicias de Donetsk avanzaban con algunos tanques hacia el puerto de Mariúpol, mientras que las fuerzas rusas estacionadas en Crimea, asistidas por la potencia de fuego de los barcos en el Mar Negro, rompían la defensa ucraniana en las líneas de Kherson, tomando el control de la central hidroeléctrica de Kakhovka, consignó Clarín.