Un bar español se ha ganado fama y respeto en gran parte del mundo a base de ingenio y eslóganes muy atractivos y desafiantes, que han redundado en popularidad y difusión –y mucho humor-.
Se trata del Avenida 55, un comercio para tomar y comer ubicado en Logroño que es manejado por Alberto Álvarez (39). Alberto es el cerebro detrás de una ingeniosa propuesta para los clientes: “Todo empezó en septiembre de hace tres años. Me fui de fin de semana a la playa y una mañana, al despertarme, vi una nota que yo mismo habría escrito la noche anterior: ‘Se admiten clientes feos’. Pensé que era una muy buena idea y el lunes lo puse en la pizarra”, detalla.
“Se viralizó tanto que meses después, el 5 de abril, celebramos el Día del Feo, con descuentos de 5 céntimos y la participación automática en un sorteo de tortillas y cajas de cerveza”, relata antes de confirmar que asistieron 400 feos.
Más ideas ‘a contramano’
Para celebrar que había sobrevivido a lo peor de la pandemia, Álvarez puso un nuevo cartel en el bar en el que se anuncia que están ‘abridos’: “La gente creyó que era verdad, que éramos así de burros”.
Alberto descubrió la pólvora con sus anuncios de impacto y hace poco maás de un mes decidió ir por más: posteó una foto de un ticket (falso) en el que se podía apreciar un recargo de 1 euro por pedir la tortilla sin cebolla. La imagen no tardó en viralizarse, despertando el interés de muchos medios españoles y también de América Latina.
Viral en medio mundo
“Fue una vacilada que se me ocurrió, pero ha tenido más 5 millones de visualizaciones y la han comentado Juan Carlos Monedero o Leticia Dolera”, explica orgulloso. “Risto Mejide me entrevistó en directo en Todo es mentira y también hemos salido en televisiones de Argentina o México”.
Su popularidad ha logrado que el Avenida 55 esté empezando a formar parte del circuito de visitas obligadas de Logroño, junto a los restaurantes con estrella Michelin, los pinchos de la calle Laurel o los célebres helados de Dellasera.
Tras participar en una mesa redonda del congreso Trabalengua, por ejemplo, el comunicador Xosé Castro acudió al bar y obtuvo su preciado ticket, detalló el portal cadenaser.com.