Julia Yonkowski, una mujer oriunda del oeste de Tampa, en Florida, fue hasta el cajero retirar 20 dólares cuando se encontró con una enorme sorpresa: alguien le había depositado US$ 999,985,855.94. Lo que la convirtió en una de las mayores multimillonarias de Estados Unidos.
La historia ocurrió en junio y se viralizó en las últimas semanas. Lo que podría ser uno de los mayores golpes de suerte, aquellos con lo que uno siempre sueña, es que está luchando por devolver el efectivo a su dueño pero nadie logra responderle.
Mujer multimillonaria
De acuerdo con los expertos, esta adorable jubilada ya ha sido incluida en la lista de los millonarios de su país. Luego de que se diera a conocer su “nueva fortuna”, la ubicaron como la 615ª persona más rica de Estados Unidos.
“Oh, Dios mío, estaba horrorizada. Sé que la mayoría de la gente pensaría que ganó la lotería, pero yo estaba horrorizada”,, confesó a WFLA.
Pero lejos de ponerse a pensar en qué iba a gastar tanto dinero, Julia reveló honesta que está desesperada por renunciar al título de nueva millonaria lo antes posible.
Busca al verdadero dueño y el banco no responde
Yonkowski aseguró que no quiere quedarse con esa plata y detalló que cuando intentó acercarse a la sucursal del Chase Bank más cercana a su casa en Largo, Tampa, no logró obtener respuesta alguna y hasta asegura que más allá de insistir nadie de la entidad le devuelve las llamadas.
Reconoce las dificultades para que alguna autoridad del banco la atendiera durante el fin de semana, pero luego tampoco sucedió aunque, para todo el mundo, la situación lo amerita.
“Simplemente no puedo seguir. Me atasco con su sistema automatizado de respuesta y no consigo que a una persona para hablar”, reconoció incrédula.
“Cuando puse los US$ 20, el cajero automático los regresó. No entendí qué sucedió, pensé que había un problema de sobregiro y dije: ‘Oh, olvídelo, contó desde el sillón de living.
Después agregó: “Leí muchas historias sobre personas que tomaron el dinero y luego tuvieron que devolverlo. Yo no haría eso de todos modos porque no es mi dinero”.
La mujer, cuya edad no se dio conocer, manifestó uno de sus temores: “Me asusta un poco por el tema de las amenazas cibernéticas. No sé qué pensar”, señaló.