Fue a una guardia por fuertes dolores, le sacaron la apéndice y murió en su casa por un tumor cerebral

Josh Warner tenía 25 años. Los profesionales le dijeron que se trataba de apendicitis, lo operaron y a las horas le dieron el alta. Sin embargo, ese no era el diagnóstico.

Fue a una guardia por fuertes dolores, le sacaron la apéndice y murió en su casa por un tumor cerebral
Josh Warner tenía 25 años y falleció debido a un error en el diagnóstico que recibió por parte de la guardia médica. Gentileza: La 100.

Un joven británico acudió a una guardia por un fuerte dolor de cabeza y tuvo un trágico final. Josh Warner tenía 25 años y falleció debido a un error en el diagnóstico que recibió por parte de la guardia médica. Le diagnosticaron apendicitis y lo sometieron a una cirugía, sin embargo murió a causa de un tumor cerebral.

Según informó el medio Daily Mail, los médicos le realizaron una tomografía porque había estado con fuertes dolores de cabeza durante dos semanas consecutivas. Una vez detectada la anomalía en los resultados, los especialistas le aseguraron que se trataba de un “error informático” y que no debía preocuparse.

Warner, era padre de un niño de cuatro años y a pesar de no sentir ningún dolor o molestia abdominal, los expertos le diagnosticaron una apendicitis y le dijeron que debía someterse a una cirugía para extirpar su apéndice.

Después de darle el alta tras la operación, el joven regresó a su casa, pero continuó sintiéndose mal. Debido a esto, regresó al hospital en varias ocasiones, pero en la guardia le decían que “no tenía nada”.

Los expertos le diagnosticaron una apendicitis y le dijeron que debía someterse a una cirugía. Gentileza: La 100.
Los expertos le diagnosticaron una apendicitis y le dijeron que debía someterse a una cirugía. Gentileza: La 100.

Luego de dos semanas, el joven se desmayó en la casa de sus abuelos, y decidieron llevarlo a otro hospital para obtener una segunda opinión. Allí, le realizaron otra tomografía y los resultados fueron los mismos que la primera vez, pero con un diagnóstico diferente: en menos de 24 horas, Josh supo que tenía un tumor cerebral que se había extendido desde el lado derecho de su cerebro hasta la parte posterior y el tronco cerebral.

Rápidamente, lo trasladaron al área de oncología, donde le comunicaron que tenía un cáncer cerebral muy agresivo en estado avanzado, en la etapa cuatro. De esta manera, los médicos le comunicaron a la familia que le quedaban tres meses de vida. Sin embargo, Warner falleció 12 días después.

“Josh era un padre increíble, un hermano y un hijo brillante. Era simplemente un hombre fantástico. Fue muy valiente, no puedo cuantificar cuán valiente fue a lo largo de todo esto. Nunca se quejó. Yo creo que sentiría lástima por mí misma, pero él nunca hizo eso, así lo recordó su madre en una entrevista con el Daily Mail. “Quería mucho a su hijo y es desgarrador ver a Andrew preguntando dónde está su padre”, concluyó.

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