Europa está en “un momento inédito de su historia” y ante la amenaza rusa, debe pensar en su propia “defensa y seguridad”, advirtió el lunes el presidente francés, Emmanuel Macron, en una visita a Alemania.
Macron y el canciller alemán, Olaf Scholz, pidieron en un artículo de opinión conjunto replantear la estrategia económica de Europa para asegurar su futuro.
“No podemos dar por sentados los cimientos sobre los que hemos construido nuestro modo de vida europeo y nuestro papel en el mundo”, expresaron en el artículo publicado por el diario Financial Times en línea la noche del lunes. “Nuestra Europa es mortal y debemos estar a la altura de este desafío”, agregaron.
“Tenemos el derecho e incluso el deber de decirnos a nosotros mismos lo afortunados que somos por contar con estos aliados. Pero, ¿es razonable pedirles que se esfuercen cada vez más?”, preguntó, a propósito de la alianza con EE.UU. que mantienen desde hace décadas y que se ha intensificado con la guerra en Ucrania.
“Los europeos queremos una paz duradera, es decir, una paz que los ucranianos -porque les habremos permitido defenderse- habrán elegido y negociado”, continuó, subrayando que no será una “capitulación”. “Debemos pensar nuestra defensa (…) como aliado en el seno de la OTAN, como miembro de la Unión Europea, pero también como miembro de la comunidad política europea”, dijo Macron.
Durante su visita, Macron también advirtió contra los peligros de la extrema derecha, que aspira a alcanzar buenos resultados en los comicios europeos. En Francia, el partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) lidera las intenciones de voto para las elecciones, que se celebrarán del 6 al 9 de junio.
Alemania se halla por su lado confrontada a un fortalecimiento del partido ultraderechista AfD, que las encuestas sitúan por delante de las tres formaciones de la coalición de Scholz.
Al mismo tiempo, Francia levantó este martes el estado de emergencia en Nueva Caledonia, su territorio en el Pacífico, pero mantuvo un toque de queda y envió a cientos de refuerzos paramilitares, tras dos semanas de disturbios que dejaron siete muertos.
La presidencia francesa indicó que se aliviaron las restricciones para permitir que el partido independentista FLNKS celebre reuniones y que representantes locales puedan negociar el levantamiento de las barricadas que permanecen en los accesos y rutas.
París impuso el estado de emergencia tras el estallido de los disturbios contra los planes franceses de reformar los derechos electorales en el territorio. Macron dijo estar dispuesto a someter la polémica reforma a un referendo en el archipiélago.