Algunos agricultores franceses continuaron este viernes levantando sus bloqueos de accesos y rutas tras las nuevas promesas del gobierno, que no lograron convencer a una parte del movimiento decidido a mantener sus protestas.
“Algunos puntos localizados” quieren “aguantar hasta el sábado” y “grupos aislados” quieren incluso “aguantar hasta el Salón de la Agricultura”, que abre sus puertas el 24 de febrero, según informaron recientemente fuentes locales.
Quienes llamaron a suspender los bloqueos fueron los sindicatos agrarios mayoritarios, la FNSEA y Jóvenes Agricultores, a la espera de ver los “primeros resultados” de los medidas anunciadas antes del inicio del evento rural anual en París.
En la región meridional de Occitania, donde empezaron las protestas el 18 de enero, los bloqueos también se levantaban. “Fue una movilización histórica, dura, fuerte”, celebró Laurent Saint-Affre, uno de los líderes sindicales locales.
“La parte más visible de la crisis (...) ha quedado atrás”, aseguró el ministro de Agricultura, Marc Fesneau, en la radio Europe 1, consciente de que aún tienen trabajo por delante para evitar un resurgimiento de la movilización.
El primer ministro francés, Gabriel Attal, prometió el jueves un mayor control del origen de los productos, ayudas al sector ganadero y la suspensión temporal de un plan para reducir el uso de pesticidas, entre otras medidas que convencieron a los sindicatos mayoritarios.
La central Coordinación Rural también consideró que alcanzaron sus objetivos, pero no así la Confederación Campesina, que llamó a continuar la movilización, ya que “el gobierno sigue sin abordar la cuestión fundamental de los ingresos”.