Una reunión entre los cancilleres de Ucrania y Rusia culminó hoy en Turquía “sin avances” hacia un alto al fuego, dijo el ministro ucraniano Dmytro Kuleba.
Kuleba comentó que, sin embargo, acordó con su par ruso, Serguei Lavrov, “proseguir las negociaciones en este formato”.
“Hemos mencionado un alto el fuego, pero no hubo avances en ese sentido”, declaró a la prensa, añadiendo que, sin embargo, habían decidido con Lavrov “proseguir sus esfuerzos”.
”Ucrania no se rendirá”, reiteró de nuevo el ministro. “Estamos abiertos a la diplomacia pero si no funciona, protegeremos a nuestro país y a nuestro pueblo”.
”Queríamos obtener un alto el fuego de 24 horas. Lavrov dijo que Moscú quería hablar de corredores humanitarios”, precisó, a la espera de que se abra un corredor para evacuar la ciudad de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, bajo intensos bombardeos rusos.
Uno de ellos, perpetrado contra un hospital pediátrico el miércoles, generó una enorme repulsa internacional.
”Ante todo, vine aquí por razones humanitarias, para la evacuación de civiles. Pero Lavrov no quiso prometer nada sobre este punto”, insistió el jefe de la diplomacia ucraniana. Sin embargo, “hemos decidido proseguir nuestros esfuerzos y preveo continuar con este formato”.
”Estoy determinado a continuar porque queremos que esta guerra llegue a su fin y que nuestro país quede liberado de los ocupantes”, declaró Kuleba, quien busca “negociaciones serias y constructivas”.
“Si Rusia está dispuesta, nosotros también”, zanjó.
Se trata de la primera reunión entre dos responsables de alto nivel de Ucrania y Rusia desde el inicio de la ofensiva de Moscú, hace exactamente dos semanas.
El encuentro, que duró 1 hora 40, tuvo lugar en la ciudad de Antalya, en el sur de Turquía, en presencia del ministro turco de Relaciones Exteriores, Mevlüt Cavusoglu.
Rusia bombardeó un hospital infantil en Mariúpol
El encuentro de Turquía se produce un día después del bombardeo contra un hospital infantil de Mariúpol, en el sureste del país, un puerto estratégico en el mar de Azov que está asediado por Rusia.
Al menos tres personas, entre ellas una niña, perecieron en el ataque, según el último balance de las autoridades municipales comunicado el jueves.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que calificó el bombardeo de “crimen de guerra”, publicó videos que mostraban la destrucción del lugar.
Las imágenes provocaron la repulsa mundial. La Casa Blanca denunció un uso “salvaje” de la fuerza y el primer ministro británico, Boris Johnson, calificó el ataque de “inmoral”.
El bombardeo se produjo cuando había mujeres dando a luz en el hospital, indicó a la AFP un responsable de la administración militar de la región de Donetsk.
Este jueves, el Kremlin dijo que pedirá informaciones al ejército sobre este ataque.
Más de 1.200 personas murieron en Mariúpol desde que comenzó el asedio militar ruso hace nueve días, según cifras municipales.
El miércoles, en su último balance oficial, la ONU estimó que 516 civiles murieron y 800 resultaron heridos en Ucrania desde el inicio de la invasión, que provocó también la salida forzada del país de más de dos millones de personas.