Los festejos de San Fermín de la ciudad española de Pamplona concluyeron hoy tras una semana de carreras con los toros, que dejaron cinco personas heridas por asta, aunque ninguna de gravedad, y medio centenar de corredores que necesitaron atención hospitalaria.
En esta edición de las fiestas, 52 corredores recibieron atención médica, entre los que había tres estadounidenses, un francés y un bielorruso.
La mayoría de las heridas fueron contusiones, fracturas y cortes, como resultado de las caídas, pero cinco personas sufrieron cornadas en el transcurso de la semana.
Dos de los heridos por asta siguen en el hospital, uno de ellos un estadounidense de 25 años, de Florida, que fue corneado en la pierna.
Aunque el último encierro de las 8 de la mañana concluyó, las fiestas en honor del santo patrón se prolongarán hasta la medianoche.
Seis hombres tuvieron que ser trasladados al hospital por golpes y magulladuras en el último encierro, protagonizado por toros de la ganadería Miura, que duró poco más de dos minutos, informó el gobierno navarro.
San Fermín, el clásico de Pamplona
Cada año, miles de personas viajan a la capital de la región de Navarra para asistir a las fiestas y ver o tomar parte en estas carreras, los encierros, en las que unas reses, que son lidiadas por la tarde, recorren las calles de adoquines de la parte vieja de la ciudad hasta llegar a la plaza de toros.
Los festejos de San Fermín fueron dados a conocer internacionalmente por la novela de 1926 del estadounidense Ernest Hemingway “The Sun Also Rises”, y cada edición se salda con heridos en los encierros.