Era 9 de febrero de 2018. Amy Brown había cumplido 36 años el fin de semana anterior y estaba tomando unas copas de cumpleaños con su prometido Brandon Fayard, su amiga Amanda Hill, de 35 años, y el novio de Amanda, Ben en una casa en Washington, Estados Unidos.
Las risas y las charlas resonaron en la calle mientras celebraban juntos y traían el fin de semana. Estaban afuera para no molestar al hijo de Brown, que estaba dentro de la casa jugando juegos de computadora.
La pareja de novios Brown y Brandon dirigían juntos un pequeño negocio llamado A + B Farm, que fabricaba jabón, bálsamo labial, manteca corporal y exfoliantes. En su sitio web, Brown también se describió a sí misma como una madre que se queda en casa, cuidando a sus dos hijos de una relación anterior y a los tres hijos de Brandon.
Brown había conocido a Amanda cuando ambos trabajaban juntos en una tienda de viajes local años antes. Amanda tenía un hijo adolescente y las dos mujeres se habían unido por la maternidad y un amor compartido por la artesanía.
Decidida a hacer una vida mejor para su hijo, Amanda era obstinada y trabajadora. Brown era igual, por eso la pareja era tan buena amiga. Que le gustasen las mismas cosas hubiera parecido una bendición, pero terminaría siendo su maldición.
A medida que avanzaba la noche de cumpleaños, el reloj dio la medianoche y Brandon le dijo al grupo que regresaría a la casa para irse a la cama, ya que planeaba trabajar al día siguiente.
Se despidió y entró, dejando que los amigos restantes continuaran con las celebraciones. No mucho después, Amanda entró para usar el baño y aparentemente se fue por un tiempo sospechosamente largo.
Algo hizo que Brown entrara a la casa 20 minutos después y cuando llegó, hizo un descubrimiento impactante. Encontró a su amiga en la cama con su prometido Brandon.
La traición alimentó una discusión fuerte y, finalmente, Brown se fue furioso por fumar un cigarrillo afuera y terminar su bebida. No había sido el cumpleaños que había planeado por decir lo menos. Amanda la siguió escaleras abajo.
Poco después, alrededor de las 12.45 horas, se escucharon dos fuertes disparos. Resonaron por las calles en el aire tranquilo de la noche. Brandon, horrorizado, salió corriendo y encontró a Brown sosteniendo a Amanda sangrando en sus brazos.
Amanda había recibido dos disparos en el torso. Brandon llamó al 911 y también lo hicieron varios vecinos que habían escuchado la conmoción y los disparos que siguieron.
Cuando llegaron los servicios de emergencia, llevaron a Brown a un lado y comenzaron a trabajar en Amanda para evaluar sus lesiones. Pero rápidamente quedó claro que no había nada que pudieran hacer. Amanda fue declarada muerta. ¿Cómo se había convertido el cumpleaños en un baño de sangre? ¿Quién le había disparado a Amanda?
Como parte de la investigación, Brown fue interrogada y admitió rápidamente que había disparado y matado a su amiga. Pero insistió en que había sido en defensa propia porque Amanda la había atacado.
Brown fue acusada de matar a su amiga y finalmente fue puesta en libertad bajo fianza después de cinco días en prisión, a la espera de su juicio. No tenía antecedentes penales y Brandon y su familia continuaron apoyándola. Fue condenada por asesinato por la Corte.
