El caso de Yatziri o simplemente “Yaz”, una niña mexicana de 7 años que fue internada tras ser víctima de abuso sexual y violencia intrafamiliar causó un gran enojo en el público y un pedido urgente de justicia.
Y este último 28 de diciembre se conoció una noticia que nadie quería escuchar: la muerte de la pequeña, luego de permanecer en terapia intensiva por cuatro meses.
La gobernación de Puebla, México, emitió un mensaje contundente: “Refrendamos el compromiso de que los actos ocurridos con la menor no quedarán impunes”.
Yatziri se encontraba en la unidad de cuidados intensivos del Hospital General de Zona (HGZ) No. 20 ‘La Margarita’, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Se realizaron todos los esfuerzos médicos y humanos para salvar su vida, desafortunadamente hoy perdió esta dura batalla”, dice, por su parte, un comunicado del IMSS Puebla.
“Ya no me curen”
Yaz fue internada en ese hospital el 20 de agosto de 2020 por una hemorragia interna debido a una presunta perforación en los intestinos. Además, tenía un pulmón dañado a causa de los golpes, huellas de quemaduras hechas con cigarrillo en las manos, brazos y el estómago, así como heridas en el rostro y la cabeza.
“Mejor quiero morirme, ya no me curen [...] No quiero regresar con mis padres para que me sigan pegando”, habría dicho la pequeña a los médicos, según declaraciones recogidas por Sin Embargo.
El caso de Yaz fue dado a conocer por la activista Frida Guerrera, quien ha denunciado la “ineficacia de las autoridades poblanas” en estos hechos.
Antes, el 28 de junio, murió Mitzi, hermana de Yaz, de tan solo 3 años, por una supuesta broncoaspiración. Sin embargo, se abrió una investigación al respecto, según informó en agosto el gobernador Miguel Barbosa.
Los padres de Yaz, Rafael N. y Alejandra Viridiana N., fueron detenidos desde agosto pasado; mientras, su madrastra, Mónica, fue aprehendida y encarcelada el 5 de octubre. El tío de la menor, acusado del abuso sexual que sufrió la niña, está prófugo.