El presidente francés, Emmanuel Macron, decretó ayer el estado de emergencia en Nueva Caledonia, después de que el archipiélago autónomo del Pacífico sufriera una segunda jornada de revueltas que han provocado hasta el momento cuatro muertos.
El último fallecido fue un gendarme de 22 años, miembro de una brigada móvil, que recibió un disparo en la cabeza en la localidad de Plum, al sur de la principal isla del territorio, ante lo que los esfuerzos de los servicios sanitarios fueron valdíos y no pudieron salvarle la vida.
Las protestas estallaron en respuesta a una reforma del censo electoral promovida por el Gobierno francés que, según los líderes del pueblo indígena canaco, diluirá su influencia en las instituciones de este territorio con numerosas competencias transferidas por París. Desde el lunes, este archipiélago fue escenario de enfrentamientos entre manifestantes y policías, saqueos de comercios, incendios de edificios públicos o escuelas y tiroteos.
En la capital del archipiélago, Numea, este jueves por la mañana todavía resonaban disparos tras una nueva noche de disturbios. En un barrio desfavorecido en el norte de la ciudad, una gran cantidad de comercios habían sido destruidos.
“La violencia es intolerable y será objeto de una respuesta implacable para garantizar el restablecimiento del orden”, indicó la presidencia francesa, al anunciar la decisión de Emmanuel Macron de imponer el estado de emergencia.
El primer ministro francés, Gabriel Attal, anunció el despliegue del Ejército “para proteger los puertos y el aeropuerto de Nueva Caledonia”, la aplicación de un toque de queda y la prohibición de TikTok que, según él, está siendo usado por los alborotadores.
El régimen de excepción, instaurado en diferentes puntos del país en ocho ocasiones desde su creación en 1955, entró en vigor a las 05 hs, hora local del jueves, en este territorio colonizado por Francia a mediados del siglo XIX.
“El Estado tendrá mayores poderes para mantener el orden” y podrá “dictar prohibiciones de circulación, arrestos domiciliarios y registros”, indicó la portavoz del gobierno, Prisca Thévenot.
Nueva Caledonia, territorio autónomo situado a 17.000 kilómetros de Francia, ha celebrado tres referéndum de autodeterminación, todos ellos con derrota de las pociones independentistas que, sin embargo, boicotearon el último de ellos celebrado en diciembre de 2021.
La reforma del censo electoral, que diluirá el peso de la población autóctona, ha provocado un amplio rechazo de las fuerzas locales y causó el estallido de una ola de violencia en un lugar donde el porcentaje de armas de caza por habitante es muy elevado.