El Gobierno de España anunció su decisión de reemplazar a la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, luego de que se supiera que decenas de políticos españoles, incluido el presidente del Gobierno y los líderes catalanes, fueron interceptados con el software espía israelí Pegasus. Pegasus es un potente spyware desarrollado por la empresa israelí NSO Group. Supuestamente se utiliza para prevenir el terrorismo, aunque abundan los casos de uso indebido. Pegasus permite un acceso casi completo al teléfono de un objetivo, incluso a información cifrada.
Un nuevo informe del Centro Criptológico Nacional confirmó más temprano en el día que el teléfono del ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlasaka, fue hackeado con Pegasus en junio pasado, casi al mismo tiempo que el teléfono del ministro de Agricultura, Luis Planas, fue atacado fallidamente con el software espía.
La agencia criptológica ya confirmó que los teléfonos tanto del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, como de la ministra de Defensa, Margarita Robles, fueron hackeados el año pasado. Los hallazgos se sumaron a las revelaciones de un instituto de investigación independiente Citizen Lab, que encontró el grupo más grande jamás documentado de teléfonos hackeados en España: un total de 63 teléfonos pertenecientes a políticos y activistas catalanes fueron atacados con el software. Debido a las revelaciones, el Gobierno sustituirá a Esteban, la primera mujer en ocupar el cargo.
Por otra agente, Esperanza Casteleiro, quien ha estado trabajando en el CNI durante cuatro décadas. Durante una conferencia de prensa este martes, la ministra de Defensa aplaudió el trabajo de Esteban, pero manifestó que España tiene que asegurarse de que el CNI sea “respetado en todo el mundo”. “Por supuesto, siempre habrá fallas de seguridad. Uno de los precios que pagamos por la tecnología es que nos hace más vulnerables a los ataques”, aseguró la ministra Robles en una conferencia de prensa este martes.
El CNI ha estado en el foco de una tormenta política debido a que falló en darse cuenta que los teléfonos de algunos de los políticos más poderosos de España fueron hackeados. Además, Esteban admitió recientemente que el CNI espió los teléfonos de 18 separatistas catalanes, tan solo después de que surgiera la revelación del laboratorio ciudadano. El Gobierno de España dijo que desconocía la controvertida operación política, que aumentó aún más las tensiones entre Madrid y Barcelona.