La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, lanzó una nueva campaña a favor de la independencia de su nación de Reino Unido. Durante una conferencia de prensa en Edimburgo, Sturgeon dio a conocer el primer conjunto de nuevos documentos titulados Más Ricos, Más Felices, Más Justos: ¿Por qué no Escocia?
La líder aseguró que tiene un mandato claro para la propuesta independentista ya que la mayoría de los escoceses votaron por su Partido Nacional Escocés (SNP) en las últimas elecciones, e insistió en que Escocia está siendo “retenido” bajo el control de Westminster. Sturgeon agregó que los escoceses están sufriendo un aumento en los costos de vida, un bajo crecimiento y una creciente desigualdad, y que todos los problemas del país son peores porque Escocia no es independiente.” ¿Seguimos atados a un modelo económico de Reino Unido que nos relega a resultados económicos y sociales relativamente malos que probablemente empeoren, no mejoren, fuera de la Unión Europea, o en cambio levantamos la mirada con esperanza y optimismo y nos inspiramos en países de toda Europa?”, preguntó.
Agregó que ahora es el momento de establecer y debatir un nuevo caso de independencia, y dijo que el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, “no tiene autoridad democrática en Escocia ni mayoría moral en ninguna parte”. ”El Brexit nos ha sacado de la UE y del mercado único en contra de nuestra voluntad con daños masivos al comercio, el nivel de vida y los servicios públicos”, manifestó. Al hacer referencia al proyecto de ley publicado este lunes por Londres para cambiar unilateralmente el Protocolo de Irlanda del Norte, la primera ministra dijo además que Escocia, con el resto de Reino Unido, puede enfrentar una guerra comercial con la UE, ya que Johnson amenaza con violar el derecho internacional.
Sturgeon señaló que desde que el Gobierno de Reino Unido inició las negociaciones de ruptura con la UE, se ignoró la voz de su país, lo que causará que Escocia finalmente se independice con un segundo referéndum. Sin embargo, una votación de este tipo debe recibir luz verde de Londres, pero Johnson ha estado rechazando dicha medida.
El primer referéndum que preguntó a los votantes escoceses si querían separarse de Reino Unido se celebró en 2014, tan solo dos años antes del histórico referéndum del Brexit. El Gobierno del entonces primer ministro David Cameron prometió un mejor entendimiento para los escoceses de Westminster y “amplios nuevos poderes” para el Parlamento escocés.
El SNP, el partido que lideró la campaña de independencia, tenía plena confianza en que el país sobreviviría e incluso estaría mejor fuera de Reino Unido, al ser fortalecido por los campos petroleros de la nación en el Mar del Norte, el mundialmente famoso whisky de malta, los textiles, los motores de jets, y los diversos servicios bancarios y financieros de los que goza.
Sin embargo, los escoceses rechazaron la separación con poco más de 2 millones de votos (55,3%) a favor de seguir siendo parte del reino y 1,62 millones (44,7%) en contra. Johnson y los conservadores escoceses han rechazado repetidamente la idea del “indyref2″, como se conoce la posible votación, al calificar el referéndum de 2014 como un acontecimiento “de una sola vez en la vida” que demostró que los escoceses prefieren la unión.