El culturista australiano Giuliano Pirone, de 33 años, falleció el pasado 20 de agosto de 2024; dos semanas después de haber colapsado en la ducha. El deportista sufrió un repentino desvanecimiento cuando se estaba duchando con la puerta cerrada en un gimnasio de Wanneroo, en la ciudad de Perth.
Tras desmayarse y quedar encerrado en el baño cerrado con llave, no pudo recibir ayuda durante 15 horas. La policía lo encontró después de que su madre denunciara su desaparición. Pirone fue trasladado a un hospital, donde permaneció inconsciente y conectado a un respirador artificial hasta su muerte. El incidente ha generado conmoción en la comunidad deportiva.
“Nunca volveré a mirar el sol, la luna y el cielo de la misma manera. La luz que brillaba me abandonó”, dijo su madre, Daniela Pirone, a ABC Radio Perth. Los médicos dijeron a su familia que creen que sus niveles de azúcar en sangre bajaron extremadamente y de manera muy repentino, lo que hizo que su presión arterial bajara. Esto significa que es posible que haya tenido algún tipo de convulsión.
La familia de Pirone quiere saber cómo pudo haber estado en la ducha durante tanto tiempo sin que ningún empleado del gimnasio se diera cuenta de que estaba ahí. “Mi hijo estaba solo en ese piso, se desplomó, se golpeó la cabeza y durante aproximadamente 15 horas nadie notó nada”, dijo la madre Pirone cuando habló con la radio local la semana pasada.
“Se ve que no se sentía muy bien en la cinta caminadora”, dijo Pirone sobre las imágenes de las cámaras de seguridad. “Choca con otras máquinas. Se tambalea hasta las duchas, agarrándose el estómago, no se siente bien. Entró allí y debe haberse encerrado, sintió calor, abrió el agua fría y se desplomó”. La madre de Pirone dijo que creía que todos los gimnasios deberían tener personal y que se deberían realizar controles de los baños y las duchas cada hora para evitar lo que le pasó a su hijo.