Este lunes, el gobierno de Brasil anunció la compra de 100 millones de dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech, que deben ser entregadas hasta septiembre, en el plan para acelerar la inmunización contra el coronavirus que ya dejó casi 280.000 muertos en el país.
El ministro de Salud, Eduardo Pazuello, anunció igualmente en una conferencia de prensa la adquisición para el segundo semestre de 38 millones de dosis de la vacuna de Janssen, de dosis única, de la farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson.
Con la compra anunciada, Brasil tiene encargadas unas 562 millones de dosis de vacunas que deben ser entregadas hasta fin de año, indicó el ministro, un número que contrasta con el lento inicio de la campaña desde mediados de enero, con interrupciones en algunos estados debido a los retrasos en las entregas.
Hasta el momento, 9,8 millones de los 212 millones de brasileños recibieron la primera dosis de algunas de las dos vacunas que llegaron al país, la china CoronaVac y las sueco-británica AstraZeneca, y 3,6 millones recibieron la segunda dosis.
Pazuello participó en la conferencia de prensa después de un fin de semana plagado de rumores sobre su partida inminente del ministerio, como fusible de la caótica gestión de la pandemia por el gobierno de Jair Bolsonaro.
El ministro, el tercero en el cargo desde que se inició la crisis sanitaria hace un año, admitió que el mandatario de ultraderecha buscaba sustituto, para “reorganizar” esa cartera.
“El presidente está intentando reorganizar el ministerio. Mientras eso no se defina, la vida sigue normalmente (...) estamos trabajando focalizados en nuestra misión”, declaró Pazuello, un general del Ejército, de 58 años.
La segunda ola de la pandemia está en pleno auge en Brasil con más de 1.800 muertos por día en promedio semanal. A inicios de año el promedio era de 703 muertos muertos diarios.