En la provincia china de Guangxi se lleva adelante el controvertido y reprobable festival de Yulin, el que congrega a miles de personas y se caracgeriza por la comercialización de carne de perro para consumo humano.
Si bien el gobierno del gigante asiático había prohibido en amplias regiones la cacería, venta y consumo de animales silvestres, en el caso del evento de Yulin todas las protestas e intentos por frenarlo no tuvieron éxito.
Según lo detalla el medio La Vanguardia, parte de los habitantes de la ciudad de Yulin tratan de evitar la presencia de periodistas, proteccionistas y curiosos. Sin embargo algunos de ellos lograron ingresar al lugar y confirmaron la realización del evento desde el pasado domingo. El mismo puede durar hasta 10 días.
Desde 2017 existe una ley que prohíbe la venta de carne de perro en mercados, restaurantes y otros comercios del país. No obstante diversos testimonios dan cuenta de jaulas llenas de canes para ser sacrificados y los cadáveres de perro llenan las paradas del mercado de Dashchang en dicha ciudad.
Según el medio español, en ediciones anteriores se llegó a sacrificar cerca de 10 mil canes. Si bien este año esa cifra es sensiblemente inferior, se estima que cerca de mil perros correrán la misma suerte.