Los datos oficiales revelan que esta cifra representa un promedio de 7.000 niños y jóvenes fallecidos por año, siendo las personas de color la mayoría de las víctimas en todos los rangos de edad.
Del total de asesinatos, más de 31.000 víctimas eran adolescentes entre los 15 y 19 años de edad, pero la mayoría de los registros son los de menores de 4 años de edad, con un incremento del 27 por ciento entre 2016 y 2020.
Alrededor de 45.000 niñas y niños son víctimas de violencia sexual anualmente, en el grupo etario de 0 a 19 años de edad, y cada dos días, más de un infante menor de 9 años de edad muere en el país, indicó el estudio. En casi el 90% de los casos de muertes violentas de los niños de 0 a 4 años de edad, el homicida tiene algún contacto o relación con la víctima, y los crímenes se han dado esencialmente en el hogar.
La investigadora del Foro Brasileño de Seguridad Pública y coordinadora editorial del estudio, Sofia Reinach, declaró ante medios locales que dos aspectos de la pesquisa fueron impresionantes para ella. “El primero es que mueran más de 200 niños por año en Brasil. Más de un niño cada dos días, de 0 a 9 años, muere violentamente. Esta es una cifra impactante”, expresó.