Los primeros resultados de las elecciones de mitad de mandato de Estados Unidos no han proporcionado cambios en las bancadas demócratas y republicanas. Según los principales medios estadounidenses, se registraron varias reelecciones entre los legisladores.
El republicano Rand Paul, senador de Kentucky, ha sido reelegido para este siguiente mandato. En Carolina del Sur, Tim Scott que es senador del Partido Republicano desde 2013, habría ganado frente a su rival demócrata.
En Alabama, la republicana Katie Britt ha ganado al demócrata Will Boyd, convirtiéndose así en la primera mujer que elige este Estado para la Cámara Alta. Además, el senador Marco Rubio ha ganado la reelección por el Estado de Florida, consiguiendo un tercer mandato, señala Ámbito.
En Oklahoma --único Estado por el que se elegían a dos senadores en vez de uno-- han sido reelegidos los republicanos James Lankford --en el cargo desde 2015-- y Markwayne Mullin, quien representaba al mencionado Estado en la Cámara de Representantes, y que pasa a ser el primer senador nativoamericano por Oklahoma en un siglo.
Mientras, en Vermont, el demócrata Peter Welch -quien ocupaba el cargo de representante en la Cámara Baja desde 2007- sustituirá a Patrick Leahy, que se retira del cargo, tras casi 50 años como legislador.
Greg Abbott, reelegido en Texas
El republicano Greg Abbott fue elegido para un tercer periodo como gobernador de Texas luego de derrotar al demócrata Beto O’Rourke en una contienda que puso a prueba el rumbo del inmenso estado republicano tras la masacre en una escuela primaria de Uvalde y una prohibición estricta al aborto, detalla la agencia AP.
El triunfo subrayó la resistencia política de Abbott luego de un gasto récord que rebasó los 200 millones de dólares en un estado donde los republicanos han visto reducidos sus amplios márgenes de victoria en los últimos años.
Pero en un estado de 29 millones de habitantes que se está volviendo más joven y diverso y se ha convertido en un imán para las grandes compañías, Abbott permaneció como un baluarte del Partido Republicano en una disputa ante un reconocido y complicado adversario. Abbott capitalizó el nerviosismo en cuanto a la delincuencia y la inflación ante un rival carismático que buscó el voto de aquellos inconformes por los tiroteos masivos, las restricciones al aborto y la falla en la red eléctrica estatal en 2021 que tuvo consecuencias letales.
El resultado ahora coloca en trayectorias distintas a las dos principales figuras políticas de Texas, una que ya se ha postulado a la presidencia y otra que sopesa su propia candidatura.
DeSantis, otra vez gobernador de Florida
El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, ganó la reelección para un segundo periodo al vencer al demócrata Charlie Crist, ratificando con ello su ascenso como una importante figura del Partido Republicano con posibles ambiciones de llegar a la Casa Blanca.
El triunfo de DeSantis continúa el vuelco a la derecha en lo que alguna vez fue el estado sin clara preferencia política más grande del país luego de que los votantes acogieron a un gobernador que se deleitaba en las guerras culturales y calificaba su candidatura como una batalla contra la agenda “wokeista” de los liberales.
De cara a los comicios, DeSantis aprovechó el poder de su cargo para reunir a la prensa, a menudo con poca anticipación, para realizar conferencias en las que pasaba una buena parte del tiempo criticando al presidente Joe Biden, a las políticas liberales y a la prensa convencional, usualmente generando grandes ovaciones.
Logró atención nacional al inicio de la pandemia de coronavirus al oponerse abiertamente a los continuos confinamientos y a los requerimientos de vacunación y de uso de mascarillas, y eventualmente se mostraba ansioso por adentrarse en cualquier división cultural, incluyendo temas de inmigración, género y educación, entre otros.
No hubo “voto castigo” contra Joe Biden
Pese a las estimaciones de las encuestas que habría un gran voto “castigo” en contra de Joe Biden y sus políticas económicas, no hubo una oleada de voto republicano y todo indica que recuperarán la mayoría de la Cámara de Representantes pero con una mínima diferencia.
Los demócratas perderán bancas, pero menos que en otras elecciones de medio término cuando estaban en el Gobierno como ocurrió durante la gestión de Barack Obama en las que resignaron 63 bancas. Lo que queda claro hasta el momento es que la inflación parece no haber impactado en el comportamiento de los electores.
Con el dominio republicano de la Cámara de Representantes, con independencia de lo que ocurra en el Senado, habrá un gobierno dividido durante los próximos dos años con lo que ninguno de los dos partidos podrá imponer su agenda.