Mariah Cerrillo tiene apenas 11 años. Ella es una alumna y sobreviviente del tiroteo que se produjo en la escuela elemental Robb, de Uvalde (Texas) el pasado 24 de mayo en el que murieron 22 personas. Hace pocas horas, declaró en el Congreso de Estados Unidos la dramática experiencia que vivió durante esa mañana.
“Cuando fui a las mochilas le disparó a mi amigo que estaba al lado mío y pensé que iba a volver al salón, así que agarré la sangre y me la puse en todo el cuerpo”, expresó durante una audiencia sobre la regulación de armas de fuego en ese país.
También señaló, “él le dijo a mi maestra ‘buenas noches’ y luego le disparó en la cabeza. Después le disparó a algunos de mis compañeros de clase y a la pizarra”, dijo la menor en una desgarradora intervención pregrabada en video.
Por otro lado, Miah relató que se mantuvo en completo silencio antes de agarrar el celular de su maestra que había muerto minutos atrás. Apenas pudo moverse, marcó el número de emergencias 911. “Les dije que necesitábamos ayuda”, manifestó.
Mariah, pidió en el video: “No quiero que vuelva a suceder” y reclamó “seguridad”. El padre de la alumna afirmó a diario USA Today que Miah tiene pesadillas y todavía se está recuperando de fragmentos de bala en la espalda y lidiando con el trauma.
El 24 de mayo Salvador Ramos, de 18 años, armado con un rifle de asalto tipo AR-15, ingresó a la institución y mató a 19 alumnos y alumnas y 2 maestras. El asesino fue abatido por un agente de la Patrulla Fronteriza durante el ataque.