La NASA confirmó este jueves que su vehículo Perseverance se posó en la superficie de Marte tras superar la peligrosa fase de descenso sobre el planeta rojo conocida como “los siete minutos del terror”.
“Se confirma que tocó tierra”, dijo el jefe de misión Swati Mohan tras lo cual el cuartel de operaciones del Laboratorio de Naves a Propulsión estalló en aplausos. El proceso en sí se había completado más de 11 minutos antes, el tiempo que toma la señal para volver a la Tierra.La NASA confirmó este jueves que su vehículo Perseverance se posó en la superficie de Marte tras superar la peligrosa fase de descenso sobre el planeta rojo conocida como “los siete minutos del terror”.
“Se confirma que tocó tierra”, dijo el jefe de misión Swati Mohan tras lo cual el cuartel de operaciones del Laboratorio de Naves a Propulsión estalló en aplausos. El proceso en sí se había completado más de 11 minutos antes, el tiempo que toma la señal para volver a la Tierra.
Según lo destacaron varios portales, Perseverance ingresó a la atmósfera de Marte a una velocidad de más de 19.000 km/h y logró reducirla en 7 minutos para tener un descenso exitoso. En ese momento el rover se separó de la nave y bajó a la superficie con un paracaídas.
Casi 50 años después del primer tropiezo en Marte, la NASA logró el aterrizaje más difícil hasta ahora.
El explorador Perseverance llegó el jueves a un parche de 8 X 6,4 kilómetros (5 X 4 millas) a la orilla de un antiguo delta de un río. Está lleno de acantilados, pozos, dunas de arena y campos de rocas, cualquiera de los cuales pudo arruinar la misión de 3.000 millones de dólares. El terreno que alguna vez estuvo sumergido también podría contener evidencia de vida pasada, razón de más para recolectar muestras en este lugar para regresar a la Tierra dentro de 10 años.
¿Cómo fueron los “siete minutos de terror”?
Aproximadamente durante siete minutos, la nave espacial entró en el concepto del espacio-tiempo. La nave espacial se desacelera de aproximadamente casi 20 kilómetros por hora en la parte superior de la atmósfera marciana a casi 3 kilómetros por hora en el momento del aterrizaje.
Primero comienza el descenso de la cápsula donde viaja la nave rover Perseverance desde la órbita marciana y gracias a su escudo térmico resiste el calor que se ocasiona por la fricción al contacto con la atmósfera de Marte.
Después, la cápsula es frenada por un paracaídas, en el momento en el que su base se desprende y Perseverance cae plegado junto con una estructura con motores que conduce al vehículo a su destino, para finalmente descolgar el rover y con un sistema de cables posarlo en el suelo para retirarse de la zona
Si bien la NASA ha hecho todo lo posible para asegurar el éxito, “siempre existe el temor de que no funcione bien, que no salga bien”, dijo el martes Erisa Stilley, ingeniera del equipo de aterrizaje.
La NASA ha logrado ocho de los nueve intentos de aterrizaje, convirtiendo a Estados Unidos en el único país en lograrlo. China espera ser el segundo a fines de la primavera con su propio vehículo de búsqueda de vida; su nave entró en la órbita marciana la semana pasada junto con una nave espacial de los Emiratos Árabes Unidos.
La atmósfera extremadamente delgada del planeta rojo hace que sea difícil descender de manera segura. Rusia ha acumulado la mayor cantidad de pérdidas de exploradores en Marte y la luna Fobos, desde principios de la década de 1970. La Agencia Espacial Europea también lo ha intentado y ha fracasado. Dos módulos de aterrizaje de la NASA siguen funcionando: el rover Curiosity de 2012 y el InSight de 2018.
Lanzado en julio, Perseverance, que pesa una tonelada, aterrizó a unos 3.200 kilómetros de distancia en el cráter Jezero, descendiendo en paracaídas, motores de cohetes y grúa aérea.