El huracán Helene ha dejado al menos 42 muertos en el sudeste de Estados Unidos tras su paso devastador por Florida y su posterior desplazamiento hacia los montes Apalaches. A medida que el fenómeno climático avanzaba, también provocó severos daños en infraestructura y servicios.
De las víctimas fatales, 17 se registraron en Carolina del Sur, 15 en Georgia, siete en Florida, dos en Carolina del Norte y una en Virginia. La situación se tornó crítica, ya que alrededor de 4,2 millones de usuarios quedaron sin electricidad debido a la tormenta, aunque 1,86 millones de clientes en Florida ya han recuperado el servicio.
Helene tocó tierra en Florida como un huracán de categoría 4, con vientos que alcanzaron los 225 kilómetros por hora. Esta intensa fuerza provocó mareas de tempestad récord y causó inundaciones catastróficas en la costa del Golfo, además de arrancar árboles, postes eléctricos y tejados.
Según estimaciones de Moody’s Analytics, los daños materiales podrían ascender hasta los 26.000 millones de dólares. La región del Big Bend de Florida fue particularmente afectada durante la noche del jueves y la mañana del viernes, donde las escenas de destrucción y desesperación se volvieron comunes.