El papa Francisco decidió dejar en su puesto a un prominente arzobispo alemán que fue criticado por su manejo del escándalo de abusos sexuales en la Iglesia, pero el pontífice le dio al clérigo una “pausa espiritual” de varios meses luego que éste cometió “grandes errores” de comunicación, dijo el Vaticano el viernes.
El papa “cuenta con el arzobispo de Colonia, cardenal Rainer Maria Woelki”, dijo el Vaticano en una declaración. “Pero al mismo tiempo está claro que el arzobispo y la arquidiócesis necesitan tiempo para una pausa”. Eso motivó a Francisco a acceder al pedido de Woelki de tomarse un receso de mediados de octubre a inicios de marzo. Woelki se ha convertido en una figura profundamente divisiva en la Iglesia de Alemania.
Un reporte comisionado por el arzobispo y emitido en marzo encontró 75 casos en los que ocho funcionarios de alto nivel (incluido el predecesor de Woelki) ignoraron su deber de seguir, reportar o sancionar en casos de abusos sexual por el clero y empleados laicos de la Iglesia, además de no darle atención a las víctimas.
El arzobispo de Hamburgo Stefan Hesse, previamente un alto funcionario de la Iglesia en Colonia, fue considerado responsable de negligencia del deber en 11 casos. Hesse ofreció su renuncia a Francisco, quien la rechazó la semana pasada.
El reporte absolvió a Woelki de descuido de sus deberes legales respecto a las víctimas de abuso. Subsiguientemente, el arzobispo dijo que él cometió errores anteriormente relacionados con acusaciones de abusos sexuales, pero agregó que no tenía intenciones de renunciar.
Woelki enfureció a muchos católicos locales referidas a preocupaciones legales para ocultar un primer reporte sobre cómo los funcionarios de la Iglesia local reaccionaron cuando sacerdotes fueron acusados de abuso sexual. El prelado comisionó un nuevo reporte: una investigación de 800 páginas basada en documentos de la Iglesia y preparada por un bufete de abogados.
