Una pareja de Shanghái, China, vivió un momento súper incómodo tras el nacimiento de su primer hijo. Dar a luz a un hijo puede ser uno de los momentos más hermosos que una madre puede vivir, mientras que para el padre, presenciar ese momento es inigualable. Sin embargo, en esta ocasión sucedió lo contrario y casi genera un divorcio.
La discusión surgió cuando el bebé fue entregado en los brazos de la madre, ya que la piel del recién nacido era de un tono muy oscuro. El momento generó dudas en el padre, quien imaginó una posible infidelidad por parte de la esposa, y comentarios en el entorno familiar.
El hecho ocurrió en un hospital local, donde la madre de 30 años dio a luz a través de una cesárea. Al ver a su hijo, tanto ella como el padre quedaron sorprendidos y sin palabras. “No conozco a ninguna persona negra”, fue lo primero que dijo la madre, intentando explicar la incómoda situación.
El padre desconfió de su mujer e insistió en realizar una prueba de paternidad. Él quería saber qué había sucedido y si el bebé era suyo. Finalmente, se confirmó que el recién nacido era su hijo, lo cual dejó sin fundamentos las sospechas de infidelidad.
Sin embargo, el incidente afectó profundamente su relación, y ahora la pareja está al borde del divorcio, ya que el padre siente que “se ha roto la confianza” en el matrimonio.
Según explicaron médicos especializados en neonatología, la razón del color oscuro de la piel del recién nacido no tiene nada que ver con la genética o con un posible engaño, sino con un fenómeno frecuente en algunos bebés.
“Este fenómeno puede ocurrir de forma natural en los recién nacidos porque el tejido de su piel es fino y su circulación sanguínea es deficiente. Es muy común que, con el tiempo, la piel de tono oscuro y rojiza se acaba aclarando con el tiempo. Como si fuera un moratón”, aseguraron.