El juego del calamar, la serie de Netflix que es furor en el mundo, también ha causado mucha fiebre en China, país en el que no está disponible la producción coreana. Sn embargo, los ciudadanos han encontrado el modo de descargar ilegalmente los capítulos y se lanzan a comprar productos vinculados como sus peculiares disfraces.
La distópica serie surcoreana se ha convertido en el lanzamiento más popular en la historia de la plataforma estadounidense, pero difícilmente conseguirá la aprobación de los censores chinos por su violento contenido.
Eso no ha sido inconveniente para conseguir una legión de seguidores en ciudades como Shanghái, donde una multitud se aglomera diariamente en una tienda que vende ‘dalgona’, un dulce surcoreano que apareció en la serie.
“La gente empezó a enviar bromas relacionadas con la producción en las conversaciones de grupo cuando empecé a verla”, explicó a la AFP un cliente apellidado Li. “Es trepidante y, por ello, bastante emocionante”, dijo.
Tras comprar el dulce, Li y su amigo se grabaron emulando un desafío de la serie en el que los personajes deben recortar formas en la golosina sin que se quiebre.
La serie
“El juego del calamar” se centra en un grupo de personajes marginados y endeudados que entran en un concurso de juegos infantiles para ganar 45 millones de wones (38 millones de dólares, 33 millones de euros). Si quedan eliminados, lo pagan con la vida.
Los siempre astutos fabricantes chinos no dejaron pasar la oportunidad y se lanzaron a producir disfraces y máscaras de la serie que empiezan a inundar las plataformas de comercio digital del país.
El comerciante Peng Xiuyang aseguró a AFP que sus ventas crecieron un 30% tras poner a la venta productos de la serie.
No sabía nada de ella hasta que un cliente le preguntó si vendía las máscaras negras que lucen los guardias de seguridad del mortífero concurso. La audiencia china consiguió esquivar los controles en internet y visionar la serie, especialmente mediante páginas de descarga ilegal de fácil acceso.
“Nuestro cálculo es que El juego del calamar, que está obteniendo popularidad global, está siendo distribuida ilegalmente en unas 60 páginas de China”, dijo el embajador de Corea del Sur en China, Jang Ha-sung, en una reciente audiencia parlamentaria.
Prueba de que el fenómeno llegó también al gigante asiático, la etiqueta “El juego del calamar” alcanzó casi 2.000 millones de visualizaciones en las redes sociales.
En estos comentarios, los usuarios comentan cómo superarían los desafíos planteados en la trama y se preguntan cómo sería una versión china de la serie. “No pasaría la censura si hiciéramos una producción así... Si fuera demasiado violenta, sería retirada”, explicó otro internauta.