Sociedad
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hace 11 horas
Robert Maudsley es un asesino serial de 67 años que está preso desde 1974. E incluso estando tras las rejas cometió otros tres brutales homicidios. Es conocido como el “más peligroso de Gran Bretaña” y porque pasa 23 horas del día encerrado en una “jaula de cristal”, hecho por el que muchos lo han denominado como “el Hannibal Lecter de la vida real”.
Según informó el Daily Mail, Maudsley fue víctima de abuso de su propio padre, quien lo encerró durante seis meses en una habitación donde torturó a 12 niños más. Cuando cumplió 16 años huyó de su casa y trabajó como mozo mientras pagaba un alquiler temporario. Tiempo después cayó en una adicción a las drogas y cometió su primer crimen: asesinó a John Farrell, un cliente del bar a quien mató a golpes después de ver que ese hombre tenía fotos de niños que había abusado sexualmente.
Inmediatamente, Maudsley fue encarcelado con una condena perpetua y enviado al hospital psiquiátrico de alta seguridad de Broadmoor, que albergaba a algunos de los presos más peligrosos del país. Sin embargo, en 1977, él y su compañero de prisión, David Cheeseman, atacaron a otro depredador sexual, David Francis. Lo torturaron durante nueve horas porque era abusador de menores.
El ataque fue violento al extremo: Maudsley le metió una cuchara por la oreja a la víctima hasta perforar su cerebro. Fue entonces donde comenzó a ser apodado “el verdadero Hannibal Lecter”. Después de eso fue trasladado a la prisión de máxima seguridad HMP Wakefield en Yorkshire.
Después de año apuñaló a Salney Darwood, un recluso que cumplía una condena por haber matado a su esposa, también lo sometió a una terrible tortura hasta asesinarlo. Luego escondió el cuerpo debajo de la cama en su celda.
Aunque parezca de película, el mismo día atacó a Bill Roberts, otro preso acusado de agredir sexualmente a una niña de siete años: le cortó el cráneo con una daga improvisada y luego habló con los guardias de seguridad a quienes les comentó: “Hoy habrá dos menos para cenar”.
Según detalló La Nación, ante la peligrosidad de Maudsley, decidieron tomar medidas más drásticas y construyeron una celda especial sólo para él, la cual quedó ubicada en un ala apartada de la prisión.
Es entonces que desde 1983 el hombre pasa sus días en la “jaula de cristal”, que tiene similitudes con la de Hannibal Lecter, el célebre personaje de El silencio de los inocentes.
La habitación de vidrio mide solo 5, 5 metros por 4,5, con enormes ventanas a prueba de balas, a través de las cuales lo observan los guardias. Dentro de la celda los únicos muebles son una mesa, una silla, y una losa de hormigón como cama, y por un pequeño espacio debajo de la puerta le pasan la comida.
Su estado de prisión ha trascendido porque Maudsley pasa 23 horas al día encerrado dentro de esa celda, ya que sólo se le permite salir durante una hora para hacer ejercicio escoltado por guardias en todo momento, y sin contacto con ningún otro recluso.
Este peligroso asesino serial solicitó tener un perico como mascota, o en caso de negativa, una dosis de cianuro para suicidarse, debido a que el extremo confinamiento en el que se encuentra le ha afectado por demás.
Pero las autoridades de la cárcel le negaron ambas solicitudes por lo que Maudsley pasará lo que le resta de vida dentro de la caja de cristal.
