Un tirador disparó un potente fusil apuntando al expresidente Donald Trump durante un mitin que se realizó el sábado por la tarde en Estados Unidos.
El exmandatario giró ligeramente la cabeza para leer un gráfico y la bala solo le raspó la oreja derecha. Un movimiento que evitó que le impactara en la cabeza. Para sus seguidores, fue la mano de Dios.
“Miren a ese gráfico. Miren a la flecha de abajo, la flecha roja grande. Eso es cuando yo dejé el cargo, ese fue el punto más bajo, y eso viene de los servicios del gobierno, de las patrullas fronterizas”, decía Trump justo antes de los disparos.
“Así que esa flecha es la menor cantidad de inmigrantes ilegales de siempre en la historia registrada. Y luego llegó el peor presidente en la historia de nuestro país y miren lo que le pasó a nuestro país. Probablemente 20 millones de personas. Y ese gráfico es un poco viejo, probablemente de hace dos meses, si quieren ver realmente algo, miren lo que pasó...”, siguió.
“No debería estar aquí, podría estar muerto”, dijo Trump el domingo al diario The New York Post. Dijo que lo salvó haber girado un poco a la derecha para leer un gráfico sobre migración, por lo que el disparo le dio en la oreja.
Y el multimillonario de 78 años, criado como presbiteriano pero que ahora se considera un “cristiano no confesional”, escribió en su red Truth Social que “solo Dios evitó que sucediera lo impensable” el sábado durante un mitin en Pensilvania.
Apelar a la intervención divina es parte del discurso de algunos líderes de derecha en el continente, informó la agencia AFP.
“Hay quienes dicen que fue suerte, yo digo que fue Dios. Es más, estoy seguro”, dijo el expresidente Jair Bolsonaro, al recordar que sobrevivió tras ser acuchillado en 2018 mientras hacía campaña. Él resultó elegido a fines de ese año.
Y, para el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, la guerra que libra contra las pandillas, la está ganando también por obra divina.
“Esta es una victoria demasiado sorprendente que está ahí cerca. Que quede claro que la gloria es para Dios y que es de Dios. Los seres humanos tenemos la dicha de ser instrumento de Dios para llevarle paz y felicidad al pueblo salvadoreño”, dijo a fines de 2022.