Un nuevo homicidio ligado a la condición sexual de una persona tuvo lugar en las últimas horas. En este caso, el protagonista es un joven de 20 años que fue decapitado por su medio hermano y sus primos por ser gay.
Alireza Fazeli Monfared fue engañado por sus familiares y subido a un auto con la excusa de que su padre quería verlo. Una vez en el vehículo, fue llevado a un pueblo del interior de Irán y allí fue asesinado brutalmente.
El hermanastro y los dos primos acusaban al joven homosexual de ser una “vergüenza” y una “deshonra” para la familia solo por su orientación sexual. El cuerpo de Alireza fue hallado debajo de una palmera en el pueblo Borumi, cerca de la ciudad de Ahvaz. Los tres asesinos fueron detenidos por la policía local.
La madre y el padre de la víctima quedaron en shock al ser informados sobre lo sucedido y debieron ser internados.
El medio hermano y los primos de Alireza habían confirmado la homosexualidad del joven al recibir una carta de la Oficina de Conscripción de Irán. Allíse detallaba que Alireza era eximido del servicio militar obligatorio de dos años debido a “depravaciones morales y sexuales como la transexualidad”.
Desde ese momento planearon el brutal crimen, que cometieron el 4 de mayo. “No hubo noticias de él hasta el miércoles, cuando el medio hermano de Alireza llamó a su madre y le dijo: ‘Lo liquidamos’. En otras palabras, él confesó el asesinato de Alireza. Su madre fue hospitalizada debido a la conmoción”, dijo Aghil Abyat, un amigo del hombre decapitado.
Ali vivía en Khuzestan con su familia y, tras llegar a casa, su hermanastro le dijo que su padre quería verlo, y lo subió en el coche hasta Borumi, donde lo asesinaron brutalmente durante la noche. Su cuerpo se encontró un día después, bajo unas palmeras.
Aghil Abyat, amigo de la víctima, declaró que la intención de Ali era vender su teléfono móvil y viajar a Turquía, pedir asilo en Europa y empezar una nueva vida lejos de su familia.
En Irán, las personas homosexuales o transexuales están exentas del servicio militar. Pero, de acuerdo con 6Rang, las leyes sobre excepciones médicas no aseguran que esos datos no vayan a ser usados en un futuro. Esto supone un gran problema tanto para los hombres gays, como para lesbianas y personas trans.
Homosexualidad en Irán
Desde la revolución iraní de 1979, el código penal se basó en una conservadora interpretación de las leyes islámicas (Shari’a). Todas las relaciones sexuales que ocurren fuera del tradicional matrimonio heterosexual (sodomía o adulterio) son ilegales y no hay una ley que ampare una relación de este tipo consentida o no-consentida.
Las relaciones homosexuales que son mantenidas en privado por dos adultos que consienten en ella, están estrictamente prohibidas y son castigadas con la pena de muerte.
En Irán, la sodomía es un crimen. Si las personas castigadas son adultos (mayores de 15), y sanos de mente como para poder consentirlo, el método de ejecución queda en manos del juez de la Shari’a.
Un menor de edad (menos de 15 años) que consiente en una relación de sodomía, es sentenciado a 74 latigazos. La sodomía es probada si una persona confiesa cuatro veces haber cometido sodomía o por el testimonio de cuatro hombres heterosexuales.
Países retrógrados
Mantener relaciones sexuales con alguien del mismo sexo está tipificado como un delito que puede ser castigado con pena de muerte en una docena de países. Mauritania, Sudán, Somalia, Nigeria, Arabia Saudíta, Afganistán, Brunei, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Pakistán y Yemén contemplan en sus códigos penales la pena de muerte por practicar el coito con una persona del mismo sexo, según publica Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e intersexuales (ILGA).
Además de la pena capital, de los 193 países que conforman la ONU, 68 de ellos prohíben explícitamente las relaciones entre personas del mismo sexo. Esta cifra supone que en más de un tercio de los estados del mundo, son ilegales los actos sexuales consensuados entre personas del mismo sexo.
La mayoría de ellos se encuentran en África y Asia y las penas van desde las multas económicas, condenas de cárcel, castigos físicos como un determinado número de latigazos o bastonazos, hasta la muerte. En Yemen, el código penal recoge una pena 100 latigazos para aquellos que practiquen el coito con personas del mismo sexo. En algunos países del Caribe, como Jamaica y San Cristóbal y Nieves, la pena para los varones es la obligación de realizar trabajos forzosos