El cielo español luce por estos días con una coloración atípica y el ambiente en distintas partes del país parece sacado de una postal marciana. Esto se deba a la irrupción extraordinaria de polvo en suspensión procedente del Sahara, el cual es impulsado por la borrasca profunda Celia. Dicho fenómeno provoca precipitaciones en forma de barro y la degradación en la calidad del aire.
Las partículas de polvo generan diversos problemas debido a su particular facilidad para atravesar los filtros respiratorios -nariz, faringe y laringe-, y pueden quedarse retenidas en los tramos altos del sistema respiratorio (tráquea y bronquios).
Según lo detalló el portal El Español, las partículas más pequeñas todavía pueden ingresar a puntos más profundos y alcanzan los bronquiolos, para luego depositarse en los pulmones.
Las autoridades advirtieron a las personas con problemas respiratorios como asma o enfermedades deben seguir cuidadosamente su plan de medicación.
Ante un episodio de contaminación severa del aire, advierten las autoridades sanitarias, las personas con problemas del corazón pueden experimentar palpitaciones, dificultad en la respiración o fatiga inusual.
Según lo explicó El Heraldo, la calima es un fenómeno meteorológico que se produce en la atmósfera y se manifiesta de forma muy notoria ya que consta de partículas sólidas muy pequeñas en suspensión.
Al estar en gran número y en un espacio concreto, hacen que el aire parezca opaco a la vista, el cielo se enturbia y la atmósfera cobra un color naranja similar a lo que puede verse durante las tormentas de arena en el Sahara.