El portaaviones de la Marina real británica HMS Príncipe de Gales se ha averiado frente a la costa sur de Inglaterra poco después de zarpar hacia Estados Unidos para realizar ejercicios militares que están previstos para llevarse a cabo durante cuatro meses.
El buque de guerra de 65.000 toneladas, valorado en 3.000 millones de libras esterlinas (3.525 millones de euros), partió el sábado de la base naval de Portsmouth, en Hampshire, antes de que se produjera un “problema mecánico emergente”, según ha publicado ‘The Guardian’, que ha señalado que la Marina se ha negado a realizar más comentarios.
De acuerdo con datos no confirmados, se trata de daños en el eje de la hélice de estribor. El incidente está siendo investigado.
La tripulación del portaaviones debía cruzar el Atlántico -tras parar en Halifax, Canadá; Nueva York, Estados Unidos; y el Caribe- para entrenar junto con el Ejército de EE.UU. y Canadá en un programa con aviones F-35B y sistemas no tripulados.
La salida del buque se había retrasado anteriormente, desde el viernes 26 de agosto, debido a un problema técnico. Anteriormente, a finales de 2020 quedó varado en Portsmouth después de que las inundaciones en su sala de máquinas dañaran el sistema eléctrico. Además, durante sus primeros dos años en servicio, el portaaviones estuvo menos de 90 días en el mar después de que se produjeran dos fugas en cinco meses.