El bloqueo en el canal de Suez puso en evidencia la fragilidad de la producción ‘just in time’

El portacontenedores “Ever Given” estuvo encallado casi una semana y generó graves problemas en las empresas que operan con la filosofía que considera que almacenar es pérdida.

El bloqueo en el canal de Suez puso en evidencia la fragilidad de la producción  ‘just in time’

La pandemia del coronavirus y el bloqueo por unos días del estratégico canal de Suez pusieron en jaque la logística frenética del comercio internacional de mercancías, sacando a relucir sus puntos débiles. ”Dije a uno de mis clientes que su parqué bloqueaba el canal de Suez. No me creyó”, bromeaba el sábado a la BBC el jefe de una empresa británica especializada en la madera. El parqué en cuestión son planchas de roble francés, tratadas en China y bloqueadas en su trayecto de vuelta a bordo del portacontenedores “Ever Given”, que también transporta un centenar de contenedores de muebles de Ikea.

El reflote de este gigantesco buque el lunes, tras seis días atascado en el canal de Suez, abrió la circulación en esta vía marítima crucial, por donde transitan mercancías fabricadas en Asia y compradas en internet por los consumidores europeos. Aunque la navegación se está reanudando progresivamente, “esto muestra de nuevo la fragilidad de las cadenas de suministro, largas y complejas, y los límites de ‘just-in-time’”, o sea la pensada logística para que las mercancías lleguen “el día que se necesita o el día de después “, explica a la AFP Ian Goldin, profesor de la Universidad de Oxford.

Inspirado del taylorismo que impulsó la producción en cadena, popularizado por Toyota, inventor del “lean management”, esta organización de la producción “sin desperdicios” considera que “almacenar no es una inversión, sino un coste, y reduce el beneficio de los accionistas “, añade este especialista de la globalización.

El problema es que “cuantas menos reservas se tiene, más se es interdependiente. Y cuanto más interdependiente, más vulnerable a los golpes”, prosigue el economista, recordando el tsunami de 2011 en Japón, que causó problemas de suministro en la industria del automóvil.

Aunque no ha sido el primer aviso para el comercio mundial, la crisis del covid-19 ha sido como una estocada: las imágenes del personal sanitario sin equipos de protección o los clientes abalanzándose para comprar papel higiénico y harina en los supermercados quedarán grabadas durante mucho tiempo.

Recuperar el control de las cadenas de valor se ha vuelto una obsesión, tanto para los dirigentes como para las empresa, que han empezado a “revisar su dependencia al (método de) justo a tiempo”, admite Soren Skou, director ejecutivo de gigante danés Maersk, en una entrevista al Financial Times el lunes. ”El método justo a tiempo, es genial cuando funciona, pero cuando no, se pierden ventas.

Y en ese caso, las pérdidas superan ampliamente los ahorros realizados gracias al ‘just-in-time’”, explica el dirigente de la mayor naviera mundial. El atasco de las rutas marítimas, que alarga los plazos de entrega, también se explica por la explosión de la demanda, después del levantamiento de las restricciones sanitarias anticovid.

Una demanda que también se ha visto impulsada por los planes masivos de recuperación a ambos lados del Atlántico. Los hogares, que no han podido gastar en vacaciones o restaurantes, se han lanzado a consumir otro tipo de productos, desde aparatos para hacer ejercicio en casa hasta productos para teletrabajar o entretener a los niños.

”Estamos en el séptimo mes de un aumento de las importaciones nunca visto hasta ahora, impulsado por una demanda sin precedentes por parte de los consumidores estadounidenses”, explicaba hace poco el director general del puerto de Los Ángeles. Un parte de la solución podría venir de la mano de los consumidores, si aceptan pagar más caro productos que son más respetuosos con el medioambiente y los criterios sociales: “En el mundo de mañana, deberíamos que ver --esperémoslo-- menos ‘fast moda ‘, menos consumismo, menos’ packaging ‘”, augura Ian Goldin. “Pero es un proceso lento y que ocurre sobre todo en las metrópolis ricas, como París o Londres”.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA