Los habitantes de la ciudad de Traralgon (Victoria, sureste de Australia) quedaron impresionados en los últimos días al descubrir grandes telarañas que cubrían los prados, los bordes de las calles y las rutas, dando un aspecto “apocalíptico” no apto para quienes padecen aracnofobia.
East Gippsland es una de las zonas más afectadas en el país oceánico por las recientes inundaciones y el clima salvaje. Ante este panorama, las arañas buscaron terrenos más altos en las señales de tráfico, los postes, los techos y los árboles.
“Parece espeluznante la forma en que la telaraña cubre todas las señales. Realmente no se puede ver en las fotos, pero hay arañas por todas partes. Son miles y miles de arañas”, contó Jena Beatson en The Guardian, al observar las arañas en su primer viaje a Sale desde Longford después de que los caminos resultaran interrumpidos por las inundaciones.
Pese a lo chocante de las imágenes, Dieter Hochuli, profesor de la Universidad de Sídney, determinó que este episodio, en que las arañas desarrollan su tela, no refiere a un comportamiento inusual del animal después de las inundaciones. Además, indicó que sucede una vez al año en Victoria.
“Las arañas construyen una red que es un poco diferente a las que conocemos, como las redes de orbes, que son planas. Las arañas a menudo viven entre dos capas de telarañas”, expresó el profesor a 7 News.
Como los arácnidos ya no pueden vivir en el suelo por el agua acumulado, se trasladan a terrenos más altos y arman estas “nubes” de seda. Teniendo en cuenta un pronóstico que indica que habrá al menos cinco centímetros de agua en Gippsland para esta semana, se espera que las arañas repitan su táctica de supervivencia.
Las arañas que “vuelan” incluyen las especies Ambicodamus roja y negra . Aunque sus picaduras no son peligrosas para los humanos, pueden causar una irritación local menor.
“En la mayoría de estas arañas sus colmillos probablemente sean demasiado cortos para penetrar la piel humana”, tranquilizó Ken Walker, curador principal de entomología del Museo de Melbourne.
“Estos hilos son tan delgados que, por lo general, tan pronto como llega la primera brisa, se rompen y se dispersan rápidamente”, aclaró.
East Gippsland es famosa también por experimentar una plaga de ratones, que durante varios meses ha devastado la región de Nueva Gales del Sur y ahora se desliza a través de la frontera sur.