Estados Unidos enfrenta una mayor amenaza de extremismo violento interno a medida que se aproximan las críticas elecciones intermedias de noviembre, según informó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) del país. En su boletín más reciente, el DHS dijo que el veredicto de la Corte Suprema sobre una potencial anulación de las protecciones federales contra el aborto, las amenazas extremistas ante los cambios en las políticas fronterizas y la antesala de las elecciones empeoraron la situación.
El DHS dijo esperar “que el entorno de amenazas se vuelva más dinámico en los próximos meses, ya que varios eventos de alto perfil podrían explotarse para justificar actos de violencia contra una variedad de posibles objetivos”. El DHS apuntó en particular a los extremistas que tienen como objetivo “instituciones religiosas, escuelas, minorías raciales y religiosas, instalaciones y personal del Gobierno, infraestructura crítica de EE.UU., los medios de comunicación y opositores ideológicos”. La mayor parte de la advertencia está dedicada a las amenazas internas, con menciones menores a las amenazas externas como potenciales atentados de Al-Qaeda y el Isis/Daesh.
Aun así, el Departamento sostuvo que los ataques recientes de “delincuentes solitarios” domésticos contra grupos minoritarios “han demostrado la naturaleza dinámica y compleja del entorno de amenazas que enfrenta EE.UU.”.
En particular señaló al devastador tiroteo en una escuela primaria en Uvalde, Texas, del mes pasado, que se cobró la vida de 19 niños y dos adultos, y al tiroteo masivo contra afroamericanos que tuvo lugar Búfalo, en el estado de Nueva York, en mayo. Ese mes también se produjo un tiroteo contra feligreses taiwaneses en una iglesia del estado de California.
El secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Alejandro Mayorkas, dijo que el Departamento de Seguridad Nacional se mantiene firme en su compromiso de proporcionar información y recursos oportunos al público y a sus socios en todos los niveles del Gobierno.