Una mujer italiana de 47 años tiene cáncer y una muestra de sangre de su madre podría salvarle la vida a partir de un nuevo tratamiento. Sin embargo, ella se negó a ayudarla.
Según informa Clarín, esa muestra permitiría a los médicos intentar salvar su vida con una terapia experimental, reconstruyendo su mapa genético. “Encontraron a mi madre, pero se niega a ayudarme. Espero de todo corazón que recapacite porque así me está condenando a muerte. Está condenando a mis hijas a quedarse sin madre y a mi nieto a crecer sin abuela”, fue el desgarrador testimonio de Daniela Molinari, que a su vez es madre y abuela y trabaja como enfermera psiquiátrica en el hospital Fatebenefratelli de Milán.
La mujer fue abandonada por su mamá cuando nació. Y debió crecer en un orfanato y al cuidado de otras familias sustitutas. Ahora necesita a su madre biológica para poder procesar una prueba de ADN que le ayude a realizar un nuevo tratamiento experimental.
“Por eso busqué a la mujer que me dio a luz. Ahora fue localizada por el Tribunal de Menores de Milán, pero ella dijo que no. Se niega, a pesar de haber recibido todas las garantías posibles de mantener el anonimato”, dijo Molinari al diario Repubblica. “No te pido que te encuentres conmigo, solo que les dejes hacer unos análisis de sangre. Tu negativa me parece realmente incomprensible”.
En 1973, cuando dio a luz, la mujer optó por que no se registrara su nombre en los documentos, pidiendo además que se borraran todos los datos, como era lícito en ese momento. Sin embargo, la Fiscalía de Menores de Milán, a la que se había dirigido Daniela Molinari en los últimos meses, constató que en los archivos del hospital Sant’Anna de San Fermo della Battaglia (en la zona de Como) había un expediente médico que contenía el original del acta de nacimiento y allí apareció el nombre.
“La llamaron, pero ella se negó a presentarse y por teléfono me comunicó que es demasiado doloroso para ella recordar ese período de su vida. Una posición que lucho por aceptar porque me parece realmente demasiado rígida”, continúa la enfermera milanesa. “Una ley que antepone el derecho a la intimidad de una persona a la vida de otro es absurdo y erróneo”.
Para hacer llegar su petición de ayuda a su destino, Daniela Molinari acudió inicialmente al diario Provincia de Como y luego la apelación fue relanzada por la Repubblica y otros medios: “Cuando la llamaron desde el juzgado, dijo que se reconocía en los artículos que había leído y que ya sabía que yo la estaba buscando. Simplemente no quería que la rastrearan”, agregó la mujer.
“Me pregunto cómo te dormís por la noche, cómo vivís sabiendo que has negado sin posibilidad de pensarlo dos veces lo que te pedían: una muestra de sangre en total anonimato organizada según tus reglas y tu voluntad, que no cambiaría nada en tu vida actual, porque nadie lo sabría, y que me permitiría criar a mi hija que sólo tiene nueve años y tiene derecho a tener a su madre a su lado”.