El Parlamento de Nueva Zelanda suspendió temporalmente la sesión del jueves en la que se debatía un controvertido proyecto de ley para revisar los derechos de la población maorí, después de que una diputada indígena rompiera una copia del documento y realizara el tradicional ‘haka’ como acto de protesta, acompañada por otros miembros de su partido.
A pesar de que la propuesta ya había recibido el apoyo inicial de la Cámara en una primera lectura, el incidente desató una gran controversia y llevó a la expulsión de dos diputados del Partido Te Pāti, entre ellos Hana-Rawhiti Maipi-Clarke, quien inició el ritual de protesta.
El altercado ocurrió durante una votación preliminar sobre el proyecto, que es un paso previo para su posible aprobación. El proyecto fue presentado por David Seymour, líder del partido libertario ACT Nueva Zelanda, que forma parte del actual gobierno de coalición.
El partido promotor de la medida busca incorporar en la legislación de Nueva Zelanda una interpretación “más estricta” del Tratado de Waitangi, el documento fundacional del país.
Sin embargo, esta propuesta ha desatado una fuerte oposición, con miles de personas manifestándose en las calles en contra de la iniciativa, a pesar de que David Seymour, líder de la formación, ha acusado a los opositores de generar “miedo y división”.
Para la comunidad maorí, esta ley representa una amenaza a sus derechos como pueblo indígena de Nueva Zelanda, que constituye aproximadamente el 20% de los 5,3 millones de habitantes del país.
Las protestas contra el proyecto se han intensificado, alcanzando el viernes su decimo día consecutivo con manifestantes desplazándose desde el norte del país hacia Wellington, la capital. Se espera que la marcha llegue a la ciudad el martes, cuando se celebrará una gran manifestación.
A pesar del apoyo inicial que ha recibido la legislación, se prevé que no cuente con los respaldos suficientes en el Parlamento para su aprobación definitiva. En su primera lectura, el proyecto contó únicamente con el apoyo del partido ACT y sus socios de coalición: el Partido Nacional y Nueva Zelanda Primero.
Este respaldo se enmarca en un acuerdo previo entre los partidos del Ejecutivo, pero algunos de estos podrían retirarse en la segunda votación, de un total de tres, ya que ambos partidos han indicado que es probable que revoquen su apoyo en el futuro.