Un hombre australiano pasaba la noche con sus amigos cuando su vida cambió por completo. Tras quedarse sin dinero, el hombre debió ir a un cajero automático para seguir disfrutando del bar, cuando se encontró con una falla en el software que le permitió sacar hasta 1,6 millones de dólares australianos.
Se trata de la historia de Dan Saunders, un australiano de 29 años que vive en Wangaratta -ciudad ubicada en el estado de Victoria- en la que se encontraba tomando una noche con sus amigos cuando se quedó sin dinero en efectivo.
Cuando notó su billetera vacía y decidió realizar una extracción, no podría haberse imaginado el giro de 180 grados que daría su vida. “Quería sacar el saldo de mi cuenta y no paraba de salirme el mensaje “saldo no disponible en este momento”. Ingresé 200 dólares australianos de mi cuenta de crédito a la de ahorros y el cajero me decía “Transacción cancelada” y me devolvía la tarjeta”, recordaba en una entrevista con el medio Vice.
“Como me parecía muy raro, intenté sacar 200 dólares de la cuenta de ahorros para ver qué pasaba. Me dio el dinero, volví al bar y seguí bebiendo”. Saunders no le dio mucha importancia en ese momento, pero más tarde, el asunto no salía de su cabeza.
“Decidí probar de nuevo. Hice otra transferencia de 200 y saqué el dinero. Luego 500, y después 600, por curiosidad. Entre que iba medio ebrio y estaba aburrido, seguí intentándolo. Era como un truco de magia”, cuenta el australiano.
Debido a su estado de ebriedad, al día siguiente pensó que lo sucedido había sido un sueño. Pero lo cierto es que estaba muy lejos de serlo y contó que al despertarse “el dinero estaba ahí, en la cartera.”
Y continuó con su teoría: “Supuse que había cierto desfase de tiempo entre las extracciones que hacía en el cajero y el saldo de mi cuenta, lo que significaba que la cantidad que gastara podría cubrirla haciendo una transferencia cada noche entre la cuenta de crédito y la de ahorros”
Tras su descubrimiento, el joven se dió cuenta de que podía “crear” la cantidad de dinero que quisiera haciendo una transferencia entre la 1 y las 3 de la madrugada. Debía hacerlo solo en ese horario porque era cuando los cajeros no tenían conexión a internet.
“El primer día me gasté 2000 dólares, pero al segundo hice un traspaso de 4000, para asegurarme de que el saldo no fuera negativo. La transferencia se hacía efectiva por la noche y se revocaba un día después”, explicaba Saunders al medio.
Además, contó cómo fue que llegó a ser millonario. “Si ibas por delante de esa revocación haciendo otra transferencia, podías hacer creer al sistema que tenías millones. Luego fui al banco y me dijeron que mi saldo era de un millón de dólares. Los números subían y bajaban en la pantalla como un yoyo”.
Por cinco meses enteros, el hombre pudo disfrutar de hoteles de cinco estrellas, vuelos privados, comidas caras en los mejores restaurantes e, incluso, pagó por las universidades de sus amigos. “Si tienes imaginación y dinero, puedes ayudar a la gente a cumplir sus sueños más locos. Es muy adictivo, sobre todo cuando el dinero sale de la nada”, confesó.
Sin embargo, pese a que su cuenta bancaria cambió radicalmente, Dan seguía siendo el humilde mesero que trabajó por diez años en la cadena de restaurantes australiana, Nando’s. Por ello, el saber que lo que hacía estaba mal comenzó a pesar en su conciencia.
“Cuando llevas la mayor parte de tu vida haciendo las cosas “bien” y de repente empiezas a hacerlas “mal”, no es fácil. Empecé a sufrir ataques de pánico. Cada vez que sonaba el teléfono, me apuraba a contestar yo”.
Además, el joven confesó que tenía pesadillas con la policía y con el equipo SWAT: “recuerdo que me desperté empapado de sudor y en ese momento sonó el timbre de la puerta. Ya está. Se acabó. Vienen por mí, pensé ⎯lo cual habría sido un alivio, la verdad⎯, pero resultó ser la sirvienta de habitaciones, que quería saber si necesitaba toallas limpias”.
Cansado de vivir con esa carga, Saunders tomó la decisión de llamar al banco y confesarse. Allí, le contestaron que el asunto “ahora está en manos de la policía y nosotros no podemos hablar con usted. La policía le llamará, pero se ha metido en un lío muy gordo”.
Pese a la amenaza del banco, el hombre dijo que pasó dos años sin tener noticias sobre la entidad bancaria o la policía. Por ello, decidió hablar con su psiquiatra, quien le dijo que lo que calmaría a su conciencia era entregarse.
“En un esfuerzo por resolver las cosas, fui al Herald Sun y a otros medios de comunicación. Incluso me hicieron una entrevista en vídeo. Al final, hicieron falta tres artículos en prensa y una aparición en la televisión nacional para que me tomaran en serio”, confesó Dan.
Tras entregarse, el australiano fue declarado culpable por robo y fraude. Por este crimen debió cumplir 12 meses de cárcel y 18 de servicios comunitarios. Una vez cumplida su condena, el joven retomó su trabajo como camarero y relató todo lo vivido en un podcast de 8 capítulos.
Según lo informado, el joven robó un total de 1.6 millones de dólares australianos, el equivalente a 1.1 millón de euros. Por lo increíble de su historia, el medio australiano The West anunció que tendrá una adaptación en la pantalla grande.