Los beneficiarios de los derechos del exitoso disco de Village People “YMCA” presentarán una denuncia en Francia y Estados Unidos por el uso de la canción, sin autorización, en la campaña presidencial de Donald Trump, anunciaron este jueves en París sus abogados.
“En los últimos días de la campaña para la elección presidencial estadounidense, la canción mundialmente conocida ‘YMCA’, interpretada por Village People, fue objeto de un uso masivo y no autorizado por el candidato Donald Trump y su equipo, tanto durante sus reuniones, como en la banda sonora de un vídeo de promoción difundido en todo el mundo”, escribe en un comunicado Richard Malka, abogado de los beneficiarios de los derechos de autor de esta canción.
Este disco, éxito mundial lanzado en 1978, fue escrito por los franceses Jacques Morali y Henri Belolo, y el estadounidense Victor Willis.
Trump concluyó varios de sus mítines con la famosa canción y también el martes, para llamar a votar, difundió en Twitter un montaje de varias secuencias de sus concentraciones donde se le ve dar unos pasos de baile, con la banda sonora.
Los beneficiarios de los autores franceses, “como la sociedad Scorpio Music, propietaria de la obra, descubrieron con estupefacción esta apropiación ilícita, además con fines partidistas y electorales en beneficio de Donald Trump, lo que nunca habrían aceptado”, dice Malka.
“Esta utilización fraudulenta” será “objeto de una demanda en los próximos días, tanto en Francia como en Estados Unidos, contra todo iniciador o cómplice de lo que constituye un robo puro y simple de la propiedad ajena”, anuncia Malka.
Los derechohabientes de Morali y Belolo “prohíben desde ahora difundir sin su autorización el vídeo litigioso en cuestión”, advirtió.
Esta canción -cuya coreografía es tan famosa como la letra, con los miembros del grupo disfrazados de vaquero, indio, policía, obrero de la construcción, motorista y soldado- se refiere a un movimiento juvenil cristiano masculino, la Asociación Cristiana de Jóvenes.
Pero en los años 1970-1980, también fue considerada como una bandera de la comunidad gay.