Un artista, que había comprado una hamburguesa en un local de McDonalds, lanzó su pepinillo al techo y ahora quiere venderlo como una obra de arte.
El vegetal, que tiene un poco de salsa ketchup, quedó pegado en el cieloraso de una galería de arte Michael Lett de Auckland, en Nueva Zelanda.
Matthew Griffin llamó a su obra “Pickle”, en una clara demostración de poca creatividad. Ya que la palabra “pickle” en español significa pepinillo.
“Una respuesta humorística a la obra no es inválida: está bien, porque es divertida. Por lo general, los artistas no son los que deciden si algo es arte o no, son ellos los que hacen y realizan las cosas”, opinó Ryan Moore, director de Fine Arts.
“Si algo es valioso y significativo como obra de arte es la forma en que colectivamente, como sociedad, elegimos utilizarlo o hablar de él”, agregó en una entrevista con The Guardian.
Sin embargo, quienes deseen comprar esta obra de arte no podrán llevarla a casa ya que la esencia de la misma es que está pegada al techo de la galería.