El Odyssey, un lujoso crucero que prometía una travesía de tres años alrededor del mundo, se encuentra actualmente detenido en Belfast, Irlanda del Norte, con sus 925 pasajeros atrapados a bordo desde hace más de tres meses.
Con un precio de hasta 900 mil dólares por camarote, el Odyssey, operado por Villa Vie Residences, planeaba comenzar su viaje desde Queen’s Island en mayo. Sin embargo, problemas técnicos graves con los timones y la caja de cambios han dejado al barco anclado, frustrando las ambiciosas expectativas de sus pasajeros.
El itinerario original del Odyssey incluía visitas a 425 destinos en 147 países, con paradas programadas en Francia y Bélgica en esta etapa del viaje. No obstante, en lugar de explorar nuevas tierras, los pasajeros se han visto obligados a permanecer en Belfast, donde deben abandonar el barco por la noche debido a problemas de seguridad mientras la nave está en reparación.
El director ejecutivo de Villa Vie Residences, Mike Petterson, intentó tranquilizar a los pasajeros, afirmando que la compañía está trabajando arduamente para resolver los problemas y reanudar la aventura prometida. “Estamos cerca de iniciar la aventura. Aunque hemos tenido contratiempos, estamos comprometidos con convertir el sueño de nuestros residentes en realidad,” declaró Petterson a la BBC.
El Odyssey ofrece a sus pasajeros una experiencia de lujo única, con opciones de personalización para sus camarotes, algunos de los cuales están disponibles por 15 años. A bordo, los residentes disfrutan de instalaciones de primer nivel, incluyendo tres restaurantes, cinco bares, una piscina con dos jacuzzis, un spa, un gimnasio y una biblioteca. También hay oficinas privadas y espacios para conferencias, permitiendo a los trabajadores remotos mantener sus compromisos laborales mientras viajan.
Los pasajeros pueden optar por residencias a largo plazo, con precios que comienzan en 99,000 dólares, o reservar estancias más cortas. Sin embargo, la situación actual ha puesto a prueba la paciencia y la flexibilidad de quienes han invertido considerablemente en esta experiencia.
A pesar de las dificultades, Villa Vie Residences sigue comprometida con su visión y promete que la travesía eventualmente comenzará. Mientras tanto, los pasajeros deben conformarse con la vida en tierra, esperando el momento en que el Odyssey finalmente pueda zarpar.