El Congreso de Perú aprobó el lunes destituir al presidente Martín Vizcarra tras señalamientos aún no probados de corrupción, y casi de inmediato el mandatario anunció que no impugnará una decisión parlamentaria que amenaza con meter en una crisis política a un país que desde hace meses intenta lidiar con la pandemia del coronavirus.
La decisión de los legisladores provocó algunas protestas de apoyo a Vizcarra, un presidente que había mantenido altos niveles de aprobación ciudadana.
En declaraciones desde el patio presidencial, Vizcarra indicó que, pese a "innumerables recomendaciones'' para apelar la destitución, no tomará ninguna acción legal y que abandonaría de inmediato el palacio de gobierno.
"No quiero que de ninguna manera se pueda entender que mi espíritu de servicio al pueblo haya sido tan sólo una voluntad de ejercer el poder'', añadió con el rostro grave junto a sus ministros.
Los legisladores destituyeron a Vizcarra por "incapacidad moral permanente'' y lo acusaron de recibir sobornos basados en una investigación que aún no concluye la fiscalía.
El congreso de 130 legisladores necesitaba al menos 87 votos para destituirlo, pero consiguió 105 y sacó del poder al presidente que hace un año había disuelto al anterior parlamento.
En medio de la pandemia, los parlamentarios acusaron a Vizcarra de recibir 630.000 dólares en sobornos por dos obras de infraestructura licitadas cuando era gobernador hace una década.
El presidente del Congreso, Manuel Merino, anunció tras la votación de destitución que el martes juramentará como nuevo mandatario del país. Merino es un empresario agrícola de 57 años que representa en el Parlamento a la norteña región Tumbes, fronteriza con Ecuador.
Merino, que estudió Agronomía, ya ha sido congresista por Tumbes para los períodos 2001-2006 y 2011-2016 por el partido Acción Popular.
Más de mil personas salieron a protestar a la plaza San Martín, el lugar donde los peruanos realizan manifestaciones políticas en la capital. También se registraron protestas en otras ciudades importantes como Arequipa y Cusco.
Un hombre aún no identificado golpeó en el rostro al legislador Ricardo Burga, que había sido uno de los impulsores de la destitución. Burga declaraba a la prensa cuando ocurrió la agresión y el hombre fue detenido por la policía.
Vizcarra, que goza de 54% de popularidad, ha negado todas las acusaciones de corrupción. El sondeo de Ipsos también halló que 78% de peruanos quería que Vizcarra culmine su mandato en julio de 2021.
El analista político Alonso Cárdenas comentó que en Perú era más fácil destituir a un presidente que a un alcalde. "Si quieres sacar al alcalde de Lima necesitas poco más de un millón de firmas, si quieres sacar a un presidente solamente 87 votos en el Congreso'', dijo Cárdenas, profesor de gestión pública en la universidad jesuita Antonio Ruíz de Montoya.
Algunos legisladores que votaron por su destitución, como Cecilia García, del partido Podemos Perú, lo llamaron mentiroso que "no merece ni siquiera recibir la bendición de cada luz del amanecer''.
Vizcarra se defendió más temprano y dijo en el Congreso que el pedido de destitución está basado en declaraciones no corroboradas y que su salida podría llevar al caos a Perú.
Entre abucheos, Vizcarra les recordó a 68 de los 130 parlamentarios que también afrontan acusaciones por diversos delitos ante la fiscalía. "¿Tendrían también que dejar sus cargos por ello? ¿Sin que la investigación fiscal haya sido concluida?'', les dijo.
La "incapacidad moral permanente'' es una causal confusa en la constitución que, según los expertos, es tan amplia que puede ser usada de acuerdo con la conveniencia de quien la plantee.
Vizcarra llegó al poder en 2018 en reemplazo del renunciante Pedro Pablo Kuczynski, de quien era vicepresidente. Kuczynski se convirtió en mandatario en 2016 con una bancada de 18 legisladores. Cuando Vizcarra subió al poder, la bancada oficialista dejó de apoyarlo. Con el cierre del Congreso en 2019 y el nuevo Parlamento, el presidente se quedó sin legisladores.
Desde 2017 se han acumulado cuatro intentos de destitución presidencial: dos contra Kuczynski -que renunció a la presidencia en medio de uno de esos procesos- y dos contra Vizcarra.
Los últimos presidentes antes de Kuczynski -Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016)- tuvieron bancadas parlamentarias sólidas que impidieron a los opositores sumar 87 votos de los 130 que tiene el Parlamento y así pudieron concluir sus mandatos.
Todos ellos, incluido Kuczynski, fueron investigados por presunta corrupción con la constructora brasileña Odebrecht. Toledo está preso en Estados Unidos esperando una extradición a Perú, García se suicidó minutos antes de ser detenido por la policía, mientras que Humala y Kuczynski se encuentran en prisión domiciliaria esperando ser enjuiciados.
La destitución de Vizcarra ocurre mientras la pandemia del nuevo coronavirus ha dejado más de 922.333 contagiados y 34.879 fallecidos, según el centro de Ciencia e Ingeniería en Sistemas de la Universidad Johns Hopkins y uno de los más profundos impactos económicos a nivel global. El Banco Mundial ha pronosticado una caída de 12% del Producto Interno Bruto de Perú para este año.