Los principales supermercados del Reino Unido empezaron a racionar la venta de algunas frutas y verduras básicas desde hace dos semanas, debido a las bajas temperaturas у al aumento de los costos energéticos por las sanciones a Rusia.
Las redes de supermercados Aldi, Tesco, Asda y Morrisons impusieron un límite a determinadas frutas y verduras sobre la cantidad de productos que los ciudadanos pueden comprar. Desde Asda, en particular, declaran que estaban “experimentando problemas con los proveedores” y como resultado impusieron un límite de tres productos por persona, mientras que Morrisons impuso un límite máximo de dos por persona en ciertos alimentos. A su vez, Aldi limitó las compras de pimientos, pepinos y tomates a tres unidades por persona para que “el mayor número posible de clientes pueda comprar lo que necesita”.
“Los proveedores están trabajando activamente con los supermercados. Nos dijeron que el problema puede durar hasta cuatro semanas”, declaró al Parlamento la ministra británica de Medio Ambiente y Alimentación, Teresa Coffey, quien ha generado polémica al proponer como “solución” al problema de desabastecimiento que están sufriendo los supermercados británicos que la población sustituya los tomates (que escasean) por nabos.
“Es importante que aprendamos a apreciar los productos de nuestro país” dijo Coffey en el Parlamento tratando de ofrecer una dudosa solución a la complicada situación. “Si se apreciaran más, muchas personas elegirían comer nabos en vez de quejarse por la falta de lechuga o tomates”.
El racionamiento es un gran golpe para los compradores británicos, que ya están luchando con subidas récord del precio de los alimentos que desencadenó la peor crisis del costo de la vida en décadas. En las cuatro semanas transcurridas hasta el pasado 22 de enero, la inflación de los precios de los alimentos alcanzó el 16,7%, según los datos de la empresa Kantar. Se trata del nivel más alto desde que la compañía empezó a registrar esta cifra en 2008.
Los proveedores de Marruecos y España tienen que hacer frente a las bajas temperaturas, las fuertes lluvias y las inundaciones de las últimas semanas. Estos dos países están entre los mayores exportadores de frutas y verduras al Reino Unido durante los meses de invierno. Pero el desabastecimiento también está relacionado con el aumento de los costos energéticos para los cultivadores británicos. No sólo por la electricidad y el gas, sino por los fertilizantes que ahora no pueden comprar a Rusia y que deben conseguir a precios hasta 10 veces superiores en distintas regiones para reemplazarlos.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha comenzado a negociar con los sindicatos del transporte los aumentos salariales que exigían, ya que la ola de huelgas en el sector estaba complicando aún más la situación de abastecimiento en todo el territorio y estaba previsto, para los próximos días, un recrudecimiento de las manifestaciones masivas.