El impactante caso del instructor de buceo que murió por el ataque de un tiburón generó consternación tras conocerse las imágenes del hecho, pero también motivó a algunas investigaciones que intentaran explicar los motivos de la feroz mutilación hasta la muerte del deportista.
Así, expertos aseguraron que el británico Simon Nellist perdió la vida en el voraz episodio debido a la inusual indumentaria que tenía para nadar. Nellist fue atacado el miércoles 17 por la tarde en aguas de la costa de Little Bay, Sidney, Australia, mientras entrenaba para un evento benéfico de natación que iba a correrse este domingo.
Según lo detalló Daily Mail Australai, en europeo fue la primera víctima fatal de un ataque de tiburón en la ciudad australiana desde 1963 y tras la tragedia todas sus playas cerradas temporalmente.
El análisis de los expertos sobre en ataque del tiburón
Expertos que analizaron el ataque del tiburón contra Simon señalaron que es muy probable que el animal haya confundido al instructor con una la presa habitual del gran tiburón blanco debido a que su traje de neoprene oscuro. Los especialistas sostienen que es factible que el predador creyera que se trataba de una foca y no de un ser humano.
Simon, que estaba a punto de casarse con su novia australiana, tenía la misma rutina: nadaba en el mismo lugar por el canal desde Little Bay hasta Malaba casi todos los días, viajando desde su casa en Wolli Creek, a casi 10 kilómetros de distancia.
La científica marina Vanessa Pirotta dijo que tales ocurrencias son “raras y poco comunes”, y le dijo a ABC News que es probable que “nunca volvamos a ver [al tiburón]”.
Simon se había mudado a Australia y se dedicaba a las actividades acuáticas, incluso se convirtió en instructor de buceo en una escuela de Sidney. Tras conocerse la noticia, los seres queridos han inundado con tributos al hombre que fue adorado por todos y que amaba el océano, detalló Clarín.
En el momento de la tragedia, los bañistas observaron impotentes cómo el tiburón mutilaba a la víctima hasta matarla, dejando a un transeúnte “vomitando” de miedo. También observaron con horror afirmaron que habían visto al tiburón “tragarse partes de su cuerpo” y gritaron a través de la playa “alguien acaba de ser comido”.